La mayoría de la gente utiliza la expresión «todo se derrumbó» en sentido figurado.
Pero durante las recientes inundaciones en Milwaukee, Wisconsin, en la casa de Zach* todo se derrumbó de manera literal: en un instante, todo cambió. El desastre natural hizo que la cercanía de la muerte se convirtiera de pronto en una realidad y le mostró a Zach su necesidad de un Salvador.
Cuando el capellán Robert Roulds, del Billy Graham Rapid Response Team (BG-RRT), se acercó a su casa, Zach estaba sumergido en el lodo mientras intentaba limpiar el sótano de su casa. Le dijo a Robert que el agua subió hasta rodear su cama mientras dormía. Al despertar, intentó salvar algunas cosas, pero finalmente dejó atrás la mayoría de sus preciadas posesiones.
Poco después de empezar la conversación, Robert le preguntó: «¿Cómo está tu fe?».
Zach le explicó que había crecido en un hogar religioso, pero que no asistía a la iglesia. Mientras los dos estaban de pie en la casa devastada de Zach y hablaban, Robert podía percibir la inquietud en su corazón.
Zach, de veintitantos años, no había pensado mucho en la muerte antes. Pero las secuelas de la inundación le hicieron reflexionar.
«En medio de toda esta destrucción y lo que has pasado, ¿cómo encuentras consuelo?», continuó Robert.
«Encuentro consuelo en mis amigos», respondió Zach.
Robert miró a su alrededor, a las paredes desnudas, al olor a moho en el aire, lo que ayudó a Zach a pensar en su verdadera necesidad.
«Todo eso está muy bien, pero mira a tu alrededor», le dijo Robert con delicadeza, añadiendo que ni siquiera los amigos pueden darnos la paz profunda que anhelan nuestros corazones. «Lo que quiero compartir contigo es cómo puedes encontrar consuelo en medio de todo esto».
Zach y Robert comenzaron a leer «Pasos hacia la paz con Dios», un folleto que muestra nuestra necesidad de salvación a través de Jesucristo. Le hizo a Zach una pregunta importante: «¿Te gustaría recibir este regalo que Cristo te ofrece?».
Zach no lo dudó ni un segundo. Las inundaciones habían puesto de manifiesto la incertidumbre de la vida y el hecho de que las comodidades nunca podrían realmente satisfacer su corazón. Necesitaba a Jesús, el único que podía traer paz y seguridad a su vida.
Zach decidió orar en ese momento y declarar su fe en Jesús, pidiendo perdón por sus pecados. Entonces, su actitud cambió por completo.
«Cambió ante nuestros ojos», compartió Robert con gozo.
Robert no sabe qué semillas ya habían sido plantadas ni qué podía estar pasando en el corazón de Zach antes del desastre. No obstante, Dios utilizó la inundación para llamar su atención, y ahora Zach tiene la certeza de dónde pasará la eternidad.
Por favor, únete a nosotros en oración y pídele a Dios que llame a muchos más en Milwaukee a tener una relación con Él. También eleva tus oraciones por los capellanes que ministran a los afectados en esta zona.
*Nombre cambiado por motivos de privacidad.