La ciudad de Hobart, en Tasmania, es considerada como uno de los lugares más bonitos de la tierra. Desde los edificios históricos rodeados de imponentes montañas hasta los rústicos muelles salpicados de barcos que se balancean, la ciudad parece haber sido pintada a grandes pinceladas en un lienzo acogedor.
Pero si miras un poco más a fondo, comprenderás que vivir en esta idílica escena de película no aporta verdadera esperanza, felicidad o paz. Puedes verlo en el rostro del anciano con camisa de franela y gorro tejido. O en los ojos grises del adolescente que deambula por la acera. O en el bullicioso andar del trabajador del gobierno local de esta capital.
«Estamos probablemente en una de las ciudades más seculares de Australia en más de un sentido, y no vamos a ver un cambio solo esperando que las cosas sucedan», dijo el pastor David Morse, de la congregación con el peculiar nombre «Tu iglesia».
Solo Dios tiene el poder de cambiar las cosas.
Al hablar de la necesidad de que todas las iglesias se unan como el Cuerpo de Cristo, de tal forma que las iglesias de toda Tasmania se unan en pro del Evangelio, el pastor David —quien copresidió la Celebración de Tasmania en Hobart— añadió: «Vamos a ver un cambio cuando nos pongamos de pie y creamos todos juntos, con la unidad que se produce realmente al permitir que el Evangelio penetre e impacte en nuestra ciudad».
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Will Graham se centra en la Cruz
Al predicar en Hobart, Will Graham siguió los pasos de su abuelo y de su padre.
Billy Graham se detuvo en la ciudad durante su histórica gira de 1959 por Australia, que consistió en una serie de eventos evangelísticos que batieron récords y de la que aún hoy hablan con reverencia los cristianos australianos, independientemente de su edad.
Franklin Graham realizó un festival de varios días en la isla en 2005.
Y ahora llegó la oportunidad para Will Graham de proclamar el mismo mensaje inmutable del Evangelio con una nueva generación.
Antes del evento del sábado por la noche, el evangelista se reunió con los medios de comunicación locales y compartió que tenía previsto hablar sobre la cruz. «Mis palabras no tienen ningún poder. Yo no puedo salvar a nadie», dijo. «Solo hay poder en la Palabra de Dios. Hay poder en la cruz. Eso es lo que cambia la eternidad».
Y al predicar desde la arena MyState Bank, no perdió el tiempo para entrar en materia.
«Jesús murió en la cruz por todos. Por todos los australianos, por todos los tassies [argot local para referirse a los tasmanos], por todos los americanos y por todo el mundo. La Biblia dice: «Porque tanto amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito», dijo Will Graham.
«No importa lo que hayas hecho o de dónde vengas; eso abarca todas las nacionalidades, todos los colores. Y ése es el mensaje más importante de la cruz. ¡Dios te ama! Si hay algo que quiero que recuerdes después de esta noche, es que Dios te ama».
El evangelista continuó compartiendo lo que Cristo consiguió en la cruz, donde pagó el precio de nuestro pecado y venció a la muerte, abriendo la puerta para que todos tengan una relación con Dios.
Cuando Will Graham terminó su mensaje, dio a los asistentes la oportunidad de responder al llamado del Evangelio y poner su fe en Jesucristo. Ni siquiera había terminado de dar la invitación cuando dos jóvenes se levantaron de sus asientos y caminaron hacia el frente. Un grupo de adolescentes los siguió de cerca.
Y luego más. Y más. Jóvenes y ancianos. Sanos y enfermos. Padres e hijos. Docenas y docenas llenaron el espacio frente al escenario, dispuestos a aceptar a Jesús como su Salvador.
El impacto del Evangelio
El pastor Chris Rubasinghe, también de «Tu iglesia», se emocionó al saludar a un señor mayor que respondió a la invitación de Will Graham.
«Tenía una vida familiar muy mala, con su esposa. Se divorció y sus hijos lo abandonaron, así que ahora está solo. Está pasando por un momento difícil en su vida», explicó el pastor Chris, antes de compartir que el hombre volvió a hacer un compromiso con el Señor Jesús.
«Aunque todo el mundo lo ha abandonado, él dijo: “Doy la bienvenida a Jesús porque Él va a vivir dentro de mí”. Él comprometió de nuevo su vida con el Señor y dijo: “Puesto que Jesús vive ahora en mí, puedo afrontar cualquier reto en la vida”. Va a hablar con su mujer y sus hijos. Él ha vuelto a Jesús».
Cerca de allí, Tim Coates, de Youth With A Mission [Juventud con una Misión] (YWAM, por sus siglas en inglés), estaba orando con un joven cuya esposa lo había traído a la Celebración. «Me dijo: “Mira, he estado intentando hacer las cosas con mis propias fuerzas, y no ha funcionado. Necesito ayuda”».
Tim guió al joven mientras oraba renovando su compromiso de seguir al Señor. «Se va mucho más feliz que cuando llegó», reflexionó Tim. Luego consideró el posible impacto familiar a largo plazo de la decisión, y añadió: «Es una de esas historias que tiene el potencial de bendecir a las generaciones futuras».
El pastor David Morse también contempló el impacto generacional de las decisiones que se tomaron en Hobart el sábado.
«Oí orar a los niños. Oí la voz de una pequeñita que sobresalía por encima de todos los demás», dijo, hablando de una niña que aceptó a Cristo ese mismo día durante un acto especial para niños llamado KidzFest.
«Eso fue como, ¡guau! Fue una oración que cambió su vida, que cambió la eternidad, que tal vez cambió generaciones y familias. Y de eso se trata. Simplemente eleva nuestra fe y nos anima mucho».
Mirando al futuro
¿Qué le espera a Hobart tras la Celebración de Tasmania? Solo Dios lo sabe, pero los líderes cristianos que han puesto tanto esfuerzo para hacer realidad este acontecimiento creen que está ocurriendo algo especial.
«Oramos por un avivamiento. Ha habido mucha resistencia esta semana. Creemos sinceramente que Dios quiere hacer algo especial aquí», dijo Tim Coates.
«A medida que se transforman las vidas de los individuos, creemos que en las familias, en las comunidades, en nuestra ciudad… Dios quiere traer una transformación. Y no solo eso, sino algo que se extienda a otros lugares. Realmente creemos en el avivamiento, no solo en una visita, sino en algo que permanezca y se extienda».
En cuanto a Will Graham, tiene unos cuantos compromisos más para dar charlas en Hobart, como un evento de evangelización el domingo por la noche en una iglesia anglicana, y dos oportunidades para predicar en una prisión el lunes, antes de viajar al norte, a Launceston. Allí continuará la Celebración de Tasmania con una campaña de tres días el próximo fin de semana, del 27 al 29 de mayo.