En noviembre de 1991, más de 250 000 personas escucharon a Billy Graham proclamar el Evangelio en el Estadio Monumental de Buenos Aires, junto con millones más a través de la transmisión por satélite.
Treinta y cuatro años después, tras décadas de inestabilidad política y económica, los creyentes que recibieron a Cristo durante esa cruzada permanecen firmes en su fe, sabiendo que lo que Dios hizo entonces, lo puede volver a hacer.
Con gran entusiasmo y fe, estos cristianos argentinos esperan ver cómo Dios llamará a una nueva generación a venir a Jesucristo la próxima semana en el Festival Esperanza Buenos Aires con Franklin Graham.
Buenos Aires será la tercera ciudad de Argentina en la que Franklin Graham predique el Evangelio, después de los festivales de Mendoza (2002) y Rosario (2003).
Más de 2400 iglesias se han asociado con la Billy Graham Evangelistic Association (BGEA) para organizar esta campaña y llevar las Buenas Nuevas de Jesucristo a su ciudad. Las congregaciones locales también han colaborado con el ministerio para impartir más de 700 clases del Curso de Vida y Testimonio Cristiano (CLWC, por sus siglas en inglés) con más de 37 000 asistentes. El CLWC equipa a los creyentes para que vivan su fe y compartan eficazmente el Evangelio, y les proporciona la capacitación que necesitan para servir como consejeros de oración durante el evento evangelístico.
Atención a las necesidades físicas y espirituales
Tres veces por semana, voluntarios de la Iglesia Transparente preparan unas 30 comidas calientes, las empacan, y las suben en un remolque adaptado como caravana. Se aseguran de tener suficientes toallas, ropa limpia de diferentes tallas, productos de higiene personal y Biblias de bolsillo antes de dirigirse a las zonas de la ciudad donde se reúnen las personas sin hogar.
Al principio, estos voluntarios les llevaban comida y compartían el amor de Jesús con ellos, pero pronto se dieron cuenta de que había otra gran necesidad.
«Nosotros podíamos ir a casa, darnos una ducha caliente e irnos a dormir», dijo el voluntario Horacio Brogna. «Pero ellos no podían».
En un país donde las caravanas tipo cámper son poco comunes, este grupo de la iglesia logró adaptar uno de estos vehículos para que funcionara como una ducha caliente en su interior, y ahora pueden brindar este servicio a la población sin hogar.
Mientras los voluntarios continúan con su ministerio, también invitan a las personas sin hogar a asistir al Festival Esperanza Buenos Aires con Franklin Graham. Dicen que se sienten mejor preparados para ministrar en las calles desde que tomaron el curso CLWC.
«El Curso de Vida y Testimonio Cristiano fue muy sencillo y muy claro, y está ayudando a los jóvenes a movilizarse», compartió Benito Bongarra, pastor principal de la Iglesia Transparente. Muchos de los miembros de su iglesia han estado compartiendo activamente el Evangelio en sus comunidades.
«No hay duda de que Buenos Aires se ha convertido en un lugar histórico en el movimiento del Espíritu Santo a través de las iglesias», dijo el director del festival, Chris Swanson. «Creemos que Dios va a impactar a toda la Argentina, y qué lugar más hermoso para hacerlo que la capital, y de ahí impactar a todo el país».
Por favor, ora para que Dios prepare los corazones de miles de personas en Buenos Aires para que vengan a escuchar el mensaje del Evangelio los días 7 y 8 de noviembre en el estadio Vélez Sársfield. Ora para que muchos comiencen una relación personal con Jesucristo.
