Los jóvenes de Bolivia anhelan ver a su generación venir a Cristo

En el evento Generación Esperanza, los jóvenes fueron animados a compartir el amor de Cristo, y alabaron a Dios al ritmo de la música de la banda venezolana Jahaziel.

En un mundo cada vez más materialista, Bolivia no es diferente. Muchas personas ahí creen que si tuvieran más y mejores cosas, encontrarían satisfacción.

Por eso Will Graham se dirige al país andino para proclamar que el verdadero significado y la satisfacción en la vida solo pueden encontrarse en Jesucristo.

Las iglesias locales han trabajado incansablemente para traer la Celebración Esperanza Cochabamba, que llegará el próximo 5 de abril a esta ciudad enclavada en lo alto de las montañas. Anhelan fervientemente ayudar a sus vecinos a encontrar la esperanza del Evangelio.

Y eso incluye a la próxima generación de creyentes de este país, donde el 60 % de la población tiene menos de 30 años.

El 22 de febrero, BGEA colaboró con las iglesias locales para celebrar una reunión de jóvenes llamada Generación Esperanza, en la que más de 2500 jóvenes fueron equipados para compartir su fe con valentía. Los predicadores hicieron hincapié en la necesidad de aprovechar cada oportunidad, alcanzando a una persona a la vez mediante un ministerio de presencia y compasión.

«Esta noche quedará grabada en nuestros corazones», compartió Lucas*, uno de los jóvenes asistentes. «Sin duda, el Señor se ha movido con gran poder. Creo que éste es el inicio de algo especial aquí en Cochabamba. Podemos ver que el Señor está con nosotros».

Tras el evento, Jonathan Fuentes, pastor de jóvenes de la iglesia Kairos Casa de Fares, apenas podía contener su alegría. Compartió que puede ver cómo la «esperanza» ya ha llegado a Cochabamba, incluso semanas antes de que tenga lugar el evento evangelístico. «Este evento ya nos ha llenado de esperanza», dijo.

Tras el lanzamiento de Esperanza Cochabamba en septiembre, su iglesia decidió involucrarse a fondo, anhelando que su comunidad sea alcanzada para Cristo.

«El deseo de nuestros corazones es que miles de personas que aún no tienen a Jesús en sus vidas llenen el Estadio Félix Capriles este mes de abril, y que así las iglesias locales también crezcan y sigan llenando la tierra con el conocimiento de Dios», dijo.

Las sonrisas abundaron en el evento juvenil Generación de Esperanza, celebrado el 22 de febrero en el Coliseo de la Coronilla de Cochabamba, Bolivia.

Una familia con corazón de servicio

Cuando Emanuel Del Carpio y su esposa Margarita Quispe se enteraron de la próxima campaña evangelística, decidieron que estarían dispuestos a ayudar de cualquier forma posible.

Primero, se inscribieron como voluntarios generales para la campaña. Pero cuando oyeron hablar del Curso de Vida y Testimonio Cristiano, y de la creciente necesidad de maestros para llevar esta capacitación a otras iglesias de su región, sintieron que Dios los estaba animando a apuntarse.

El Curso de Vida y Testimonio Cristiano es una capacitación de la Billy Graham Evangelistic Association que capacita a los creyentes para compartir con valentía y eficacia las Buenas Nuevas de Jesucristo con quienes los rodean.

Emanuel y Margarita habían sido testigos de la necesidad de este tipo de capacitación en su zona.

Solo tenían una petición especial: querían que sus tres hijos los acompañaran a las clases. Están convencidos de que involucrarlos en el ministerio y trabajar juntos como familia dejará una huella en su fe que durará el resto de sus vidas.

El líder del curso en la región les dijo que los niños serían bienvenidos a participar en las clases, e incluso los animó a que les ayudaran con pequeñas tareas.

Hasta ahora, la familia ha llevado la capacitación a 12 iglesias, incluso hasta zonas rurales situadas a algunas horas de distancia de casa.

Las iglesias de las zonas rurales de Bolivia suelen hablar tanto español como quechua, una lengua indígena. Aunque estas congregaciones son pequeñas y pobres, tienen un gran corazón para servir al Señor y para compartir lo poco que tienen con los visitantes.

«Las iglesias de las zonas rurales tienen hambre de la palabra de Dios», dijo Margarita. «¡Tienen el corazón dispuesto y son tan agradecidos! Y pudimos ver que realmente necesitaban esta capacitación. No tenían una base para evangelizar», añadió Emanuel.

«Ha sido una bendición servir en familia», dijo. «Nuestra hija adolescente ayuda con la lista de asistencia, y nuestro hijito de ocho años no puede esperar a que termine la capacitación para recoger las tarjetas de “Andrés en Acción”». Estas tarjetas registran los nombres de las personas por las que los creyentes se comprometen a orar cada día, y a los que desean invitar al evento evangelístico.

«Pero lo más importante», dijo Emanauel, «es que nuestros niños, así como los asistentes, están absorbiendo el mensaje, aprendiendo ellos mismos a compartir su fe con valentía».

Emanuel Del Carpio y su esposa Margarita Quispe dirigen una clase del CLWC en una zona rural cerca de Cochabamba, Bolivia.

*Nombre cambiado por motivos de privacidad.

Por favor, ora para que los creyentes de Cochabamba se fortalezcan en su fe y proclamen el Evangelio con fidelidad. Pídele a Dios que atraiga a muchos no creyentes al evento de Esperanza Cochabamba que tendrá lugar este 5 de abril.