Cuando el sol comenzó a ponerse, la gente empezó a dirigirse al auditorio semitechado del Atlantic Union Bank Pavilion, ubicado justo a la orilla del río Elizabeth. Iban a un evento que tenía un solo objetivo: la predicación del Evangelio de salvación en Jesucristo.
Al sonido de las primeras notas musicales, Marcos Witt y Newsboys subieron juntos al escenario para adorar a Dios con la versión bilingüe de una conocida canción. «Santo, Santo, Santo, Dios todopoderoso», decía la alabanza.
Cuando Witt preguntó quién hablaba español, el sonido ensordecedor que recibió en respuesta fue evidencia de la imponente presencia de gente de habla hispana entre la audiencia.
Y aunque gran parte de los presentes cantaron con él «Tu fidelidad, es grande…», a media canción comenzó a traducir la canción a inglés para que todos los presentes pudieran alabar a Dios unidos.
«¿Sí saben qué estamos haciendo, verdad?», preguntó Witt a la audiencia. «Estamos practicando. Porque así será cuando lleguemos al Cielo».
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Tras el tiempo de alabanza y adoración, Franklin Graham subió al escenario para presentar el mensaje del Evangelio con base en la historia bíblica de Zaqueo en Lucas 19.
Zaqueo, siendo judío, trabajaba como recaudador de impuestos para los romanos, y tomaba ventaja de su posición para aumentar sus propias riquezas. «Pero él quería ver a Jesús», dijo Graham. «Se subió al árbol de sicómoro, a esperar a que Jesús viniera. Él quería venir a Jesús, y hay algunos de ustedes esta noche que quieren venir a Jesús.
»Tal vez estás aquí esta noche pensando que eres pequeño… que no eres importante para Él, que tu vida es insignificante… Pero Él te hizo, lo sabe todo sobre ti».
Con el denuedo que lo caracteriza, Graham no titubeó al hablar del pecado y la necesidad del arrepentimiento. «Todos hemos pecado y no hemos alcanzado los estándares de Dios, pero Él envió a su Hijo Jesucristo desde el Cielo a esta tierra para salvarnos. Él vino a cargar con nuestros pecados, y la Biblia dice que todo el que crea en Él no perecerá, sino que tendrá vida eterna».
Y con estas y muchas otras palabras, invitó a los presentes a arrepentirse de sus pecados tal como lo hizo Zaqueo, y a ponerse de pie en respuesta al llamado a poner su fe en Jesucristo y aceptar su regalo de vida eterna.
Poco a poco, muchos en la multitud comenzaron a ponerse de pie.
Uno de ellos fue Rubén.
Rubén, de 18 años de edad, asistió al evento con su novia Jarexia. Comenzaron a salir hace unos meses, pero cuando ella se enteró que él no creía en Jesús, decidió empezar a orar por él.
«Quería que al menos probara lo que Dios puede hacer por su vida», dijo la chica de origen hispano.
Él aceptó su invitación a ir a la iglesia apenas hace un par de semanas, y cuando se enteró que el grupo de jóvenes de la iglesia iba a venir al God Loves You Tour, quiso venir con ellos.
Lo que Rubén no sabía es que Dios iba a encontrarse con él en ese auditorio.
«Sentía que algo faltaba antes en mi vida», dijo Rubén. «Vi mi necesidad de Él. Cuando él invitó a la gente a orar, yo solo sentí que tenía que hacerlo… Y cuando oré sentí que el Señor estaba conmigo. Ahora siento que puedo confirmar que pertenezco a Cristo».
Llamados a una corta edad
Dos jóvenes hermanos también sintieron cómo el mensaje llegó a su corazón y decidieron seguir a Jesús como su Señor y Salvador este día.
Acompañados por sus padres, los pequeños Saig y Keegan se veían notoriamente emocionados y felices después de haber orado para aceptar a Jesucristo como su Salvador.
«No había orado así antes, pero cuando oré sentí alegría, calor y fuerza», compartió Saig, de doce años de edad. «Siento que aunque todos somos pecadores, nada puede alejar al Señor de nosotros».
Saig está tan convencido del llamado de Dios en su vida, que compartió que desea emprender acciones para seguir ese llamado.
«Quiero leer la Biblia más seguido, quiero aprender más acerca de Él», dijo.
Su hermano Keegan, de 9 años, también oró para aceptar a Jesús en su corazón por primera vez.
«Cuando oré sentí esperanza, sentí que Dios me ama», dijo el pequeño, expresando así en palabras propias de su edad una gran verdad que puede cambiar el rumbo de su vida.
Una gran necesidad de evangelismo
Edwin, originario de El Salvador, está convencido de la necesidad de que haya muchos más eventos evangelísticos gratuitos.
Al enterarse de que la gira God Loves You Tour vendría a la región de Hampton Roads, él y los líderes de su iglesia bilingüe en inglés y español en Norfolk, Virginia, se alegraron mucho y buscaron todas las formas posibles de involucrarse y servir.
Edwin, quien ha servido como misionero en África, así como en varios países en Centro y Sudamérica, sintió el claro llamado a ser voluntario de oración en el evento en Portsmouth.
Un mes antes del evento, él recibió el Curso de Vida y Testimonio Cristiano en español de la Billy Graham Evangelistic Association, que les brinda a los creyentes herramientas prácticas acerca de cómo compartir su fe con otros.
«Hacen mucha falta eventos así», dijo. «Hay algunos que creen que quizás el trabajo ya está terminado, pero queda mucho por hacer. En este país se está promoviendo el satanismo hasta en las escuelas.
»Tenemos que compartir el Evangelio de forma individual con la gente que nos rodea, pero también en eventos como estos. La semilla de la Palabra que se planta en los corazones va a dar fruto a su tiempo, y el Señor dice que su Palabra no volverá a Él vacía».