Poco antes de cortar una gran cinta roja en la dedicación de la nueva Sala Billy Kim de la Billy Graham Library [Biblioteca Billy Graham], el Reverendo Billy Kim tomó el micrófono para dirigirse a los medios de comunicación y a otros invitados especiales que presenciaban el evento de pie en un frío día.
«Seré breve», dijo Kim, quien sirvió como intérprete para Billy Graham en su Cruzada en Seúl. «Casi me muero de frío en el funeral de Billy Graham», continuó, provocando las risas de los invitados.
El martes fue un día histórico y emotivo en los terrenos de la Billy Graham Library, puesto que se inauguró la nueva sala de capacitación Billy Kim, y se contó con la presencia del vicepresidente Mike Pence, el 48.º vicepresidente de Estados Unidos, quien participó en la ceremonia de inauguración y después autografió copias de su recién publicada autobiografía durante dos horas.
«Su libro es una lectura increíble e histórica», comentó Franklin Graham sobre el libro de Pence So Help Me God [Que Dios me ayude].
«Es el testimonio de lo que Dios ha hecho en su vida. Dios es fiel».
Intérprete para millones
Billy Kim tiene una distinguida carrera en Corea del Sur y fue el intérprete de Billy Graham en la mayor Cruzada de su historia en cuanto a las cifras de asistencia. El 3 de junio de 1973, 1.1 millones de personas acudieron al servicio final de la Cruzada en la pista de aterrizaje de la Plaza Yoido de Seúl. La gran mayoría escucharon, estando de pie, el mensaje de salvación que predicó Billy Graham.
«Fue la mayor audiencia presencial a la que mi padre haya predicado jamás», dijo Franklin Graham sobre la Cruzada de Corea del Sur, que atrajo a un total de 3.2 millones de personas.
«Cuando mi padre decía algo equivocado, Billy tenía que corregirlo».
En una ocasión, Billy Graham comentó erróneamente que Corea del Sur no tenía ovejas, pero el reverendo Kim sabía que eso no era cierto.
«Solo el 5 % de la gente pudo entender lo que dijo el Dr. Graham», explica el reverendo Kim. «[En mi interpretación,] tuve que decir que Corea del Sur tiene muchas ovejas», añadió.
Más de 72 000 personas hicieron el compromiso de seguir a Cristo durante la Cruzada de 1973. Y el impacto duradero de esa Cruzada en la iglesia surcoreana ha sido inconmensurable, así como el legado del reverendo Kim.
Conocido como «El Billy Graham de Asia», este hombre de 83 años fue pastor de la Iglesia Bautista Central de Suwon (Corea del Sur) durante 45 años. Es presidente de la Far East Broadcasting Company en Corea del Sur [Compañía de Radiodifusión del Lejano Oriente] y fue el primer asiático elegido miembro de la Alianza Bautista Mundial. Ayudó a fundar el Coro Infantil Coreano y fue el responsable de llevar la organización Youth for Christ [Juventud para Cristo] a Corea del Sur.
«Siento una gran humildad», dijo el reverendo Kim el martes en la dedicación de la sala. «Y quiero dar las gracias a Franklin y Jane, y a toda la familia Graham».
Bendecido
Al dar la bienvenida a una gran multitud en la Biblioteca, Pence dijo: «Permítanme que les diga a todos y cada uno de ustedes: gracias por estar hoy aquí. Y gracias a muchos de ustedes por las oraciones que han sostenido a nuestra familia a lo largo de los años de nuestro servicio».
También dedicó unos minutos a leer un fragmento de su libro, en un capítulo titulado «Bendecido»:
El 21 de febrero de 2018, Billy Graham, el imponente evangélico cuyo ministerio del Evangelio de Jesucristo ha cambiado tantas vidas, murió a los 99 años. Qué vida tan increíble.
Nunca conocí al reverendo Graham. Graham había predicado por primera vez en Indiana en 1959, el año en que yo nací. Karen y yo asistimos a su última Cruzada en el Hoosier Dome de Indianápolis en 1999. Y llevamos con nosotros a nuestro hijo Michael.
Cuando Graham hizo un llamado al altar y el himno «Just as I am» [Tal como soy] llenaba el estadio, miles de personas empezaron a fluir hacia el frente por el pasillo. «Levántate y ven», dijo con aquel acento del estado conocido como Tar Heel. En ese momento, Karen me tocó el brazo y me preguntó: «¿Dónde está Michael?».
Miramos a nuestro alrededor y vimos a nuestro hijo de 8 años a medio camino en los escalones que conducían al campo del estadio. Corrí tras él, lo alcancé y le expliqué: «Esto es para los que quieren tomar la decisión de recibir al Señor Jesucristo».
Con aquellos grandes ojos marrones, Michael me miró y me dijo: «Papá, quiero bajar».
Fue uno de los momentos más dulces de mi vida. Lo tomé de la mano y bajamos. Como millones de personas de todo el mundo, mi familia tiene una deuda incalculable con Billy Graham.
‘Un hombre de Dios’
Clifford tuvo que conducir durante una hora desde Monroe, Carolina del Norte, para llegar a la Billy Graham Library. Como no quería arriesgarse a llegar tarde, llegó con más de dos horas y media de antelación y fue el primero en la fila para la firma de libros.
«Una oportunidad de conocer al ex vicepresidente, de conocer a un hombre de Dios», dijo Clifford sobre el motivo de su viaje. «Tenemos que volver a poner a Dios en este país. Eso es lo que necesitamos.
»Creo que él sería alguien que podría reconducir este país hacia Dios y hacia donde deberíamos estar moralmente».
Justo detrás de Clifford, el segundo en la fila era Gary, también de Monroe. Al conversar, resultó que los dos son originarios de la misma zona de Pensilvania.
«Siempre me cuesta decidir qué regalarle a mi padre en Navidad», dijo Gary. «Él es veterano militar y esta era la oportunidad perfecta para un regalo de Navidad».
Candy llegó desde Gastonia acompañada por su nieto de 1 año, y se formó en la fila que se extendía hasta la acera para conseguir un libro firmado.
«Nos alegró mucho tener a un cristiano conservador como vicepresidente», dijo.
Por su parte, Kevin, originario de Indian Land en Carolina del Sur, creció en Indiana y fue a la misma universidad que Pence.
Pasó al interior de la Biblioteca a comprar un libro y escuchó al vicepresidente leer aquel fragmento. La historia de Michael, el hijo de Pence que aceptó a Cristo cuando tenía 8 años en la Cruzada Billy Graham de Indianápolis en 1999, conmovió a Kevin profundamente.
«Para mí, fue muy conmovedor, muy emotivo, muy inspirador», dijo Kevin. «Presenciar ese tipo de testimonio es maravilloso».