Cuando más de 100 mujeres acudieron a la Billy Graham Library el viernes por la noche para asistir a la Velada Navideña para Damas, muchas no sabían qué esperar.
Encontraron luces de Navidad, una cena bufet, postres especiales, un tiempo de adoración y un mensaje de la Palabra de Dios por parte de la oradora invitada Rebekah Lyons.
Pero al final de la velada, no había un solo ojo seco en el recinto.
Lyons, escritora, oradora y madre, habló del ejemplo de María y de cómo su obediencia a Dios cambió el mundo para siempre.
A pesar de su profunda fe en Jesucristo, Lyons luchó durante años contra una ansiedad abrumadora. «Caminaba por las calles… clamando a Dios», dijo. «Caminaba bajo un espíritu de miedo… Me sentía derrotada. Me sentía desanimada».
Mientras compartía un mensaje basado en el evangelio de Lucas, Lyons animó a las mujeres a confiar en el Señor, esperar en sus tiempos y declarar sin miedo su poder a los demás. Contó la historia de sus cuatro hijos, dos de los cuales tienen síndrome de Down. El diagnóstico de su hijo al nacer fue una sorpresa y, años más tarde, Dios llevó a la pareja a adoptar a una niña china de 5 años de edad que también tenía síndrome de Down.
Una noche, en medio de un ataque de pánico, Lyons clamó a Dios desesperada. «Líbrame», suplicó. «No puedo hacer esto sin ti». El Señor respondió a su oración y la liberó de años de ataques de pánico. «Me inundó una paz sobrenatural que sobrepasa todo entendimiento».
Antes de que terminara su tiempo en el escenario, Lyons reconoció que la vida está llena de dificultades, y animó a cada una de las mujeres asistentes a confiar plenamente en el Señor. También las animó a poner sus ojos solamente en Él durante esta temporada navideña. «Que seamos humildes ante el trono, ante nuestro Rey», dijo.
Cuando las invitadas terminaron de orar abrazadas unas a otras, comenzaron a salir de sus filas y se dirigieron a la librería Ruth’s Attic para hacer algunas compras navideñas. En sus rostros se podía ver que las palabras de Lyons habían conmovido profundamente a muchos.
Dos amigas íntimas —ambas de nombre Tracy— compartieron que han asistido a la Velada Navideña para Damas todos los años que la Biblioteca la ha celebrado. Durante la última década, muchas mujeres han reservado esa noche para pasarla juntas y recordar el verdadero motivo de estas fiestas: Jesucristo.
Una de ellas compartió cómo el recordatorio de Lyons de confiar en Dios en medio de la ansiedad había resonado en su corazón, especialmente cuando se enfrentaba a una difícil mudanza este mes junto con sus tres hijos.
Su amiga tenía lágrimas en los ojos mientras hablaba de lo que la velada había significado para ella. «No creo que haya habido una sola persona allí cuyo corazón no haya sido tocado», dijo Tracy.
Pero aunque estaba especialmente agradecida por esta noche, también dijo que pasar tiempo en la Billy Graham Library es siempre una bendición. «Me siento como una persona nueva cada vez que estoy aquí», dijo.
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