¿Cómo podría un Dios amoroso enviar a alguien al infierno?


La gente solía enviar una gran cantidad de preguntas a Billy Graham. Durante décadas, Él respondió a un sinnúmero de ellas en una columna periodística sindicada llamada «Mis Respuestas». Esta es una de ellas.

Dios no envía a nadie al infierno. La Biblia declara que el infierno nunca fue planeado para el ser humano, sino para el diablo y sus demonios (Mateo 25:41). Quienes rechazan a Cristo eligen seguir a Satanás y lo seguirán directamente hasta su destino final, a pesar de todo lo que Dios ha hecho para salvarlos de los ardientes abismos.

Dios se acercó a nosotros de una forma impresionante para mostrarnos el camino al cielo. Él envió a su único Hijo, Jesucristo el Señor, a morir por la humanidad y derramar su sangre para cubrir el pecado del ser humano. Él nos envió a su Espíritu Santo a modo de advertencia. La Biblia nos desafía: «¡Prepárate, Israel, para encontrarte con tu Dios!» (Amós 4:12). ¿Qué puede hacer un Dios amoroso además de darnos a su Hijo perfecto para que pagara por el castigo del ser humano, quien rompió su ley, lo desobedeció y lo rechazó como Salvador?

Somos individuos libres. Dios no nos creó como máquinas programadas, obligadas a amarlo. Nosotros elegimos obedecerlo o desobedecerlo. Por su maravillosa gracia y misericordia, Dios nos regaló el libre albedrío. Quienes rechazan o niegan a Cristo estarán en el infierno. Nadie irá al infierno por haber vivido de forma inmoral, pues Cristo mismo perdonará a quienes se arrepientan del pecado y lo reciban a Él como Salvador. La gente va al infierno por no arrepentirse y por rechazar, de ese modo, su plan perfecto de salvación.

«El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios» (Juan 3:36).

La única manera de salvarse es aceptando a Cristo como Salvador. La manera de ir al infierno es rechazándolo a Él. «En ningún otro hay salvación» (Hechos 4:12). ¡Qué maravilloso es que nuestro Dios amoroso nos permita decidir amarlo a Él!

>> Tú puedes tener la certeza de que irás al cielo. Acércate a Dios hoy.

Este artículo está basado en las palabras y los escritos del difunto Reverendo Billy Graham.