Me sorprendí cuando una amiga me comentó que ella suele consultar su horóscopo en internet cada mañana para decidir que hará ese día. Me dijo que como las estrellas fueron hechas por Dios, debemos buscar dirección en ellas. ¿Tiene razón?
La gente solía enviar una gran cantidad de preguntas a Billy Graham. Durante décadas, Él respondió a un sinnúmero de ellas en una columna periodística sindicada llamada «Mis Respuestas». Esta es una de ellas.
No, tu amiga no tiene razón. Dios sí creó las estrellas (así como todo lo demás en el universo), pero con las creó con la intención de que testifiquen de su poder y su gloria. No fueron creadas como un medio para guiarnos o predecir el futuro.
De hecho, la Biblia explícitamente nos ordena que no busquemos guía en las estrellas. En el mundo antiguo, las personas a menudo trataban de discernir el futuro. Lo intentaron de todas las maneras: no solo a través de la astrología, sino también mediante presagios, magia, hechicería, adorando a ídolos, buscando comunicación con los muertos, etc. Sin embargo, Dios le dijo a su pueblo que no participaran en esas cosas (Deuteronomio 18:9‑13).
¿Por qué lo hizo? Una de las razones es porque este tipo de actividades no solo son poco fiables o engañosas, sino que fácilmente pueden hacer que alguien caiga bajo el control de poderes espirituales ocultos que son contrarios a Dios. Sin duda, uno de los eventos más tristes en la Biblia es cuando el rey Saúl intentó consultar al espíritu de una persona muerta en lugar de buscar a Dios para conocer el futuro, cosa que lo llevó a suicidarse (ver 1 Samuel 28 al 31).
Más bien, insta a tu amiga a recurrir a Dios y poner su confianza y seguridad en Jesucristo. Dios nos ama. Lo sabemos porque mandó a Jesucristo, su único hijo, a este mundo a dar su vida por nuestra salvación. Aun cuando el futuro no es claro, se puede confiar en que Él nos guiará. La Biblia dice: «Su divino poder… nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda» (2 Pedro 1:3).