¿Está mal cuestionar a Dios cuando las cosas no salen como deberían?

¿Está mal cuestionar a Dios cuando las cosas no salen como creo que deberían? Realmente creo en Dios, pero a veces me resulta difícil entender por qué permite que algunas cosas sucedan. ¿Hago enojar a Dios cuando lo cuestiono?


No es necesariamente malo que le preguntemos a Dios por qué ha permitido que las cosas sucedan de la manera en que lo hicieron. Dios no desea que actuemos fingidamente o de manera deshonesta cuando nos acercamos a Él; de hecho, Él lo sabe aun antes de que lo expresemos, puesto que Él sabe lo que hay en nuestras mentes y corazones.

Job, en el Antiguo Testamento, no entendía por qué Dios había permitido su sufrimiento, y cuestionó las razones por las que Dios lo hacía. En medio de su dolor y desanimo, Job clamó, «¡Ya estoy harto de esta vida! Por eso doy rienda suelta a mi queja; desahogo la amargura de mi alma» (Job 10:1). Dios no se distanció o se enojó con él; Dios sabía que estaba sufriendo y entendía sus emociones.

Pero escucha: Job no se quedó ahí. En otras palabras, él no solamente se quejó. En lugar de eso, él honestamente buscó a Dios con todo su corazón, y finalmente Dios le trajo consuelo. No todas sus preguntas fueron contestadas, y tal vez las tuyas tampoco lo serán. Pero Job pudo ver la grandeza y el amor de Dios de una nueva forma, y eso hizo toda la diferencia.

No cuestiones a Dios pensando en tu corazón que Él está mal, porque no lo está. En lugar de eso, pídele que te ayude a confiar en Él, aún cuando no lo entiendas. Descansa en la profunda verdad de que Dios te ama. Si no te amara, no hubiera enviado a su hijo al mundo a morir por ti. Pero Él sí lo hizo, y eso hace toda la diferencia.