Mi esposo se encuentra muy desanimado porque no ha conseguido un trabajo en su especialidad, ni tampoco conservar un empleo. Él dice que siempre será un fracaso. Ahora teme incluso buscar empleo por temor a fallar de nuevo. ¿Qué puedo hacer por él?
En los últimos años, nuestra nación ha pasado por algunos tiempos económicos muy difíciles, por lo cual sospecho que muchos lectores se pueden identificar con la experiencia de su esposo. Tenemos que orar por los líderes políticos y empresariales de nuestro país, para que puedan encontrar el camino para recobrar la prosperidad del país.
Pero su esposo no debe verse a sí mismo como un fracaso. En su carta usted menciona que casi todos los trabajos que él ha tenido durante los últimos años fueron temporales; y que en algunos casos la compañía para la que trabajaba cerró. En otras palabras, lo que le ha acontecido está mucho más allá de su control. ¿Por qué, entonces, él se tendría que culpar a sí mismo por lo que le ha pasado, o estar desanimado en cuanto su futuro? La Biblia dice: «cada cual… piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno» (Romanos 12:3).
¿Qué puede hacer él? Mi oración es que él pueda enfrentar el futuro con fe en que Dios lo está cuidando, fe en que Dios proveerá y fe en que puede confiar su futuro en manos de Dios. Sus mejores años bien pueden estar por venir, en la medida que él rinda su vida en las manos de Dios.
Mi oración es que usted también pueda ser todo lo que su esposo necesita en este momento. Son tiempos estresantes para él; no empeore la situación con quejas o preguntas sobre el futuro. La Biblia dice: «Anímense unos a otros todos los días… Ayúdense para evitar que el pecado engañe a alguno de ustedes y lo vuelva tan terco que le impida cambiar» (Hebreos 3:13).