¿Por qué debo amar a quienes rechazan la verdad de Dios?

Yo amo a Dios, pero me resulta difícil amar a otros, en particular cuando tantas personas rechazan abiertamente la verdad de Dios. ¿Por qué es importante mostrar amor a quienes se comportan de esta manera?


La gente solía enviar una gran cantidad de preguntas a Billy Graham. Durante décadas, Él respondió a un sinnúmero de ellas en una columna periodística sindicada llamada «Mis Respuestas». Esta es una de ellas.

Si decimos que amamos a Dios pero no nos importa nuestro prójimo, estamos rechazando la palabra misma de Dios. La fe personal en Jesucristo es lo que hace posible que busquemos a otros en amor. Es por su poder que nos convertimos en un testimonio para Él.

Hay una caricatura que muestra a un hombre en un bote remando hacia una costa dorada llamada «cielo». A su alrededor, las personas luchan en vano por llegar a la costa y salvarse, pero este hombre hace caso omiso del peligro en que están todos los demás. Él va cantando: «¡Voy rumbo al cielo! ¡Aleluya!».

Esa no es una imagen adecuada de la vida cristiana. Cuando tenemos al Señor en nuestro corazón, Él nos concede tener paz con Él y paz con nuestro prójimo. Tendremos el deseo de proclamar su verdad con los demás. Este es nuestro llamado: ser su luz en un mundo oscuro.

Imagina un triángulo. En el punto superior, escribe: «Dios». En los otros dos, escribe: «tú» y «los otros». En una forma geométrica, tienes un diagrama visual de nuestra relación con Dios y el prójimo. Nuestra vida antes de aceptar a Cristo como Salvador se representa con un punto único de egocentrismo. En la salvación, en cambio, hacemos contacto con dos mundos. La verdad fluye de Dios hacia el creyente y llega a las otras personas con las que tenemos contacto. Nos convertimos en canales obedientes de su verdad, su luz y su amor.

«Todo el que ama ha nacido de Él y lo conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él».

1 Juan 4:7‑9

Este artículo está basado en las palabras y los escritos del difunto Reverendo Billy Graham.

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