¿Qué tan bueno espera Dios que yo sea?

Sé que no soy perfecto, pero ¿qué tan bueno espera Dios que yo sea? Nunca lo había pensado con mucho detenimiento, pero hace poco me operaron de imprevisto por un tema de salud serio y me di cuenta de que quizá necesito comenzar a pensar sobre ese tema.


La gente solía enviar una gran cantidad de preguntas a Billy Graham. Durante décadas, Él respondió a un sinnúmero de ellas en una columna periodística sindicada llamada «Mis Respuestas». Esta es una de ellas.

Agradezco que te hayas preocupado. A veces, Dios permite que pasemos por situaciones difíciles (como una crisis de salud) solo para que comencemos a pensar más a fondo sobre nuestra vida. La vida es incierta y ninguno de nosotros sabe cuándo será llamado a la presencia de Dios. Como expresa la Biblia: «¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece» (Santiago 4:14).

¿Qué tan bueno espera Dios que seas? La respuesta quizá te sorprenderá: el estándar de Dios es nada menos que la perfección. La razón para ello es que Dios es absolutamente puro y santo. Incluso un solo pecado, uno solo, hace que no seamos aptos para vivir en su presencia. La Biblia lo dice de esta manera: «Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal; no te es posible contemplar el sufrimiento» (Habacuc 1:13).

Es por eso que necesitamos poner nuestra fe y confianza en Jesucristo: solo Él puede lavar nuestros pecados y hacernos puros a los ojos de Dios. Él lo logró haciendo lo que nunca podríamos haber hecho por nuestra cuenta: se convirtió en el sacrificio final y completo por nuestros pecados. Aunque no había pecado alguno en Él, en la cruz Él cargó con todos nuestros pecados. Se hizo responsable por la muerte y el infierno que nosotros merecíamos.

Con una sencilla oración de fe, vuélvete a Cristo. Confiésale tus pecados y dile que necesitas que Él te perdone. Entrega tu vida en sus manos. Cuando lo hagas, formarás parte de la familia de Dios, tanto ahora como para siempre. Pon tu confianza en Él hoy.

>> ¿Estás buscando el perdón? Solo Dios te puede ofrecer el perdón verdadero y final.