¿Es pecado estar deprimido?
El médico dice que tengo un desequilibrio químico en el cerebro que puede tratar con medicamentos, pero un amigo dice que no debería tomarlos, que solo necesito orar y tener más fe. ¿Quién tiene la razón? Ya no doy más.
Déjame hacerte una pregunta: Si te hubieras fracturado el brazo en un accidente, ¿crees que tu amigo diría que es pecado tener un brazo roto y que lo único que necesitas es orar? Lo dudo.
De la misma forma, tampoco es pecado buscar tratamiento para un desequilibrio químico cerebral. La Biblia dice que somos «una creación admirable» (Salmos 139:14), y es verdad: nuestros cuerpos y nuestra mente son obras complejas. Aunque los médicos no pueden resolver todos nuestros problemas, debemos estar agradecidos de que Dios les permite entender más sobre nuestros cuerpos y mentes, y les ha dado nuevas maneras de ayudarnos a superar nuestros problemas. No sientas que estás pecando al buscar tratamiento por tu depresión: estaría mal que no lo hicieras.
Por otro lado, no quiero que me malinterpretes. Dios nos ha dado la dádiva de la oración, y debe ser parte importante de tu vida al afrontar este problema. Podemos acercamos a Dios por medio de la oración, y mientras más nos acercamos a él, mejor entendemos cuanto Él nos ama y nos quiere ayudar. Solo en Dios encontrarás la respuesta final a tu problema.
Asegúrate de estar comprometido con Cristo Jesús, y luego pídele que su dirección al buscar un el mejor tratamiento. Además, permite que las promesas de Dios saturen tu mente y corazón. El salmista escribió, «¿Por qué me voy a angustiar? … En Dios pondré mi esperanza» (Salmos 42:5).