¿Tengo que tomar la decisión de servir a Dios?

A menudo entro en las casas y veo una placa que dice: «En cuanto a mí y a mi casa, serviremos al Señor». ¿Sale esto de la Biblia? ¿La mayoría de personas se dan cuenta de que podemos tomar libremente la decisión de seguir a Dios o vivir sin Él?


La gente solía enviar una gran cantidad de preguntas a Billy Graham. Durante décadas, Él respondió a un sinnúmero de ellas en una columna periodística sindicada llamada «Mis Respuestas». Esta es una de ellas.

La frase «libertad de elección» se escucha mucho en la cultura actual. Bíblicamente, la propia palabra «elección» presupone al menos dos alternativas. Un buen ejemplo se encuentra en la historia de Josué. Él le pidió a los israelitas: «… escojan hoy a quién han de servir…». El contexto era la elección entre servir al único Dios verdadero o a los dioses falsos a quienes sus antepasados habían servido. Sin esperar su respuesta, Josué anticipa su elección: «Pero yo y mi casa serviremos al Señor» (Josué 24:15, NBLA).

A lo largo de la Biblia se ofrecen opciones, al igual que a lo largo de nuestras vidas. En repetidas ocasiones en las Escrituras, las personas toman decisiones después de que Dios les proporciona suficiente información a fin de que las opciones queden claras.

Nosotros tomamos decisiones todos los días. Por ejemplo, debido a las leyes de «veracidad en los préstamos» y «veracidad en el etiquetado», uno no puede solicitar un préstamo o comprar un producto en un supermercado sin que cierta información sea proporcionada para que se puedan tomar decisiones inteligentes.

Dios nos ha dado información sobre sí mismo, incluyendo su santidad; así como sobre nuestra condición: la pecaminosidad del hombre. Dios nos revela que Él mismo envió a su Hijo Jesucristo a morir por nuestro pecado y que nuestra deuda puede ser cancelada al poner nuestra fe en el sacrificio de Cristo, quien tomó nuestro lugar. Como esta, hay decenas de promesas en la Biblia sobre lo que sucederá si el hombre acepta las promesas de Dios, y lo que sucederá si rechaza las promesas de Dios.

Dios dice: «Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida (…) Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida…» (Deuteronomio 30:19-20, NVI). No hay un día en que no tengamos la oportunidad de elegir entre las astutas y tramposas promesas del diablo y la segura Palabra de Dios. Cuando confiamos en Jesucristo, Él nos guiará para tomar la decisión correcta en esta vida.

Esta columna está basada en las palabras y escritos del difunto reverendo Billy Graham.

>> ¿Has tomado la decisión de seguir a Cristo? Ora ahora.