Me han diagnosticado una enfermedad crónica que me debilitará y con el tiempo me hará sufrir cada vez más. ¿Acaso puede darme una razón para no acabar con mi vida ahora mismo? No solamente me evitaría mucho dolor a mí mismo, sino también a mi familia. No quiero ser una carga para ellos.
La carga más grande que podrías darle a tu familia es la de quitarte la vida. Sufrirían por la confusión, el dolor, y los sentimientos de culpa (sin importar lo que les dijeras), ya que constantemente se preguntarían qué podrían haber hecho para prevenir algo tan terrible, y por qué rechazaste su amor y atención tan decididamente.
Después de todo, una manera importante de demostrar nuestro amor es ayudando en tiempos de necesidad. No hay mayor tiempo de necesidad que pasar por una enfermedad terminal. No le robes a tu familia esa oportunidad, y no sientas que solo eres una carga para ellos. Ellos te aman, y durante estos meses ustedes podrían tener un acercamiento más estrecho. Tampoco pierdas de vista el impacto positivo que tu ejemplo podría tener en los jóvenes de tu familia.
Pero mi mayor preocupación, es que no estés listo para morir, ni ahora ni después. En otra parte de tu carta, admites haber ignorado a Dios toda tu vida. Escúchame: Aun así Dios te ama y quiere que pases toda la eternidad con Él en el cielo. Ha hecho que esto sea posible al enviar a su Hijo al mundo para perdonar tus pecados. Acude a Cristo Jesús hoy, porque «este es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación!» (2 Corintios 6:2).