Cargar equipaje. Ayudar a una madre con su hijo a subir al siguiente autobús o tren para salir del país extenuado por la guerra. Orar con un paciente emocionalmente destrozado. Cargar una silla de ruedas y bajarla por las escaleras en busca de refugio durante un ataque aéreo.
Así luce el ministerio de Jonathan Dulin y Wil Rosado, dos capellanes del Equipo de Respuesta Rápida de Billy Graham (BG-RRT, por sus siglas en inglés) que sirven en Lviv, Ucrania.
Desde el inicio del conflicto, más de 10 millones de personas han huido de sus hogares para escapar de la pesadilla que se ha apoderado de su país. La mayoría son mujeres y niños.
En respuesta a esta gran necesidad, los capellanes de Billy Graham están ministrando en un hospital de emergencia de Samaritan’s Purse instalado en Lviv, así como en una clínica médica situada cerca de una concurrida estación de tren.
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Además, han equipado a más de 30 líderes de iglesias ucranianas mediante una capacitación sobre cómo compartir esperanza en tiempos de crisis. Ahora, estos líderes recién capacitados se están uniendo a ellos en el campo, ministrando a sus propios compatriotas.
«Le recordamos a la gente que Dios está ahí y que no se ha olvidado de ellos, que su tierra no está olvidada», dijo Dulin.
Apuntando a la Cruz
Cada día, cuando los capellanes de Billy Graham llegan a la estación de tren, echan un vistazo al tablero de llegadas y salidas. Gran parte de su ministerio consiste en ayudar a la gente a bajar de un tren y subir al siguiente medio de transporte hasta la frontera.
Mientras los trenes van y vienen, los capellanes y los líderes de la iglesia ucraniana están preparados para responder. «Solo con estar allí puedes notar inmediatamente quién necesita ayuda; solo necesitas responder», dijo Dulin, quien habla ruso y es capaz de comunicarse con los ucranianos a pesar de las diferencias entre ambos idiomas.
Es tan sencillo como ver a una madre teniendo problemas para llevar su equipaje y ofrecer una mano para ayudar.
«Incluso en la estación de tren, la gente acude a nosotros. Están nerviosos y heridos. Estamos ahí para ellos, y aprovechamos cada oportunidad para apuntarles hacia Aquel que tiene todas las respuestas», explicó Dulin.
Como una mujer ucraniana que había perdido el rumbo de su fe. Al escuchar su historia y animarla, se abrió la puerta para compartir el Evangelio.
«Oré por ella y le hice notar el hecho… de que sí era salva, sí creía en Jesús, pero todo su mundo estaba destrozado. Y había perdido de vista lo que estaba arriba y lo que estaba abajo. Y le ayudamos a voltear su mirada hacia la Cruz».
Por fin a salvo
Frente a la clínica de Samaritan’s Purse instalada en una estación de trenes de Lviv, Dulin conoció a una mujer, sus dos hijas adolescentes y su gato. Ella compartió con él su historia en ruso.
«Somos de Kharkiv [Járkov]. Han bombardeado nuestro apartamento y no sabemos a dónde ir».
La familia vivía en el noveno piso de un edificio de apartamentos en Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania. La ciudad, todavía en poder de Ucrania, ha estado bajo fuego desde los primeros días de la guerra.
«Estaban atrapadas en un noveno piso con balas y bombas volando por encima y sin saber a dónde ir», cuenta Dulin. «Hasta el día 21 de la guerra, vivieron en un refugio bajo tierra donde oían: “Boom, boom, boom”».
Sus dos hijas pasaron por la horrible experiencia de ver morir a su mejor amiga cuando una bomba explotó frente a su apartamento y rompió la ventana.
Al mirar el rostro de la madre y escuchar su historia, Dulin no pudo evitar contener las lágrimas. «Simplemente la emoción cruda, el terror literal que pude ver en su cara», dijo.
Las tres habían vivido en una zona de guerra, sin saber si sobrevivirían, y viendo cómo su ciudad era destruída por los bombardeos. Aunque habían escapado, seguían sin sentirse seguras. La familia no tenía ningún lugar donde dormir y Dulin recordó que la madre decía: «Estoy demasiado cansada para llegar hasta la frontera polaca».
Un capellán ucraniano ofreció a la familia refugio en su iglesia, donde permanecieron dos días. Ahora la familia ha continuado su viaje a Polonia.
Son interacciones como ésta las que permiten a estos capellanes ser las manos y los pies de Jesús en un momento en que la esperanza que solo Él puede brindar se necesita desesperadamente. En estos tiempos oscuros, la iglesia ucraniana tiene la oportunidad única de abrir sus puertas y proporcionar refugio, seguridad y esperanza a los millones de personas que huyen.
En este video publicado en Twitter por la BGEA, Jonathan Dulin pidió oraciones para que la iglesia ucraniana siga siendo las manos y los pies de Cristo para aquellos que sufren profundamente. Abajo se encuentra la transcripción del video en español.
As millions flee conflict in Ukraine, #RRTchaplains are stationed at two strategic sites in Lviv, ministering to refugees. pic.twitter.com/oMvPO6R3ZG
— BGEA (@BGEA) March 18, 2022
«Mi nombre es Jonathan Dulin y soy un capellán con el Equipo de Respuesta Rápida [de Billy Graham]. Estoy en la estación de trenes en este momento. Ayer este lugar estaba inundado con montones de gente. Eran mujeres y niños huyendo. Solo tenían su equipaje, sus hijos, e incluso sus mascotas. Y no saben siquiera a dónde van. Si les preguntas: “¿A dónde van?” No saben.
»Así que, por favor, sigan orando por esta nación. Por favor, sigan orando por que este conflicto se resuelva y oren que nuestro ministerio sea efectivo con las personas que conocemos todos los días bajando y subiendo a estos trenes».
>> Tú puedes ayudar a los capellanes de Billy Graham a llevar la esperanza del Evangelio a Ucrania.