Devocional de Adviento de Will Graham

Segunda semana: Los pastores

Las personas que participaron en la historia de la Navidad experimentaron cosas que nunca se habían visto antes y que no se han visto desde entonces. En este tiempo de Adviento, veremos algunos de estos personajes bíblicos, estudiando cómo respondieron al nacimiento del Mesías y cómo aplicar las lecciones que cada uno de ellos nos enseñan en nuestras vidas hoy.

Este contenido fue extraído del libro de Will Graham In the Presence of the King [En presencia del Rey].

Lectura bíblica: Lucas 2:8-18

Imagina que eres un pastor en el antiguo Israel: tu trabajo es mundano, sucio y quizás hasta un poco aterrador. Estás en el desierto, lejos de la ciudad, y la única luz que ves por la noche proviene del fuego alrededor del cual estás acurrucado y de la luna que brilla sobre tu cabeza. Con esa mínima visibilidad, se supone que no solo debes seguir el rastro de tus ovejas, sino también protegerlas de cualquier ataque.

De repente, un resplandor sobrenatural —«la gloria del Señor»— ciega tus ojos, y hay alguien allí, diferente a todo lo que has visto antes. Tal vez te das cuenta de inmediato de que es el ángel del Señor, o tal vez estás tan confundido que tardas un minuto en comprender qué ese ser es del reino celestial. En cualquier caso, estás tan asombrado que las primeras palabras del ángel son: «No temas».

«Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».

Me pregunto si los pastores cayeron al suelo durante esta experiencia sobrecogedora. Sabemos que sintieron miedo, por supuesto; ¡pero imagina el torrente de emociones que sintieron cuando comenzaron a darse cuenta de que se trataba del ángel del Señor proclamando la noticia de la llegada del Mesías!

¿Qué es el Mesías? El prometido desde el principio, desde el capítulo 3 del Génesis: el que vendría a rescatar a toda la humanidad. Para el pueblo judío, este es Aquel a quien habían estado esperando. Y los pastores son unos de los primeros en enterarse de su llegada.

Si las rodillas de los pastores no se habían doblado en ese momento, puedes estar seguro de que lo hicieron cuando de repente los cielos se iluminaron y no vieron más un solo ángel, sino «… una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad”».

No es de extrañar que inmediatamente corrieran a buscar al Niño en el pesebre, y que regresaran glorificando y alabando apasionadamente a Dios.

Miedo, confusión, asombro, alegría: los pastores experimentaron toda la gama de emociones esa noche histórica.

¿Y tú, qué sientes? Al leer este pasaje, ¿sigues sintiendo temor? ¿Empatizas con la confusión y el miedo? ¿Puedes sentir la misma alegría que sintieron los pastores? Si no es así, vuelve a leer Lucas 2 y trata de imaginarlo desde la perspectiva de ellos una vez más, y ora para que el Espíritu Santo te llene de su alegría en esta temporada navideña.

Preguntas para conversar: Al contemplar la Navidad, ¿cuáles son algunas de las formas en que el nacimiento de Jesús te trae alegría? ¿Cómo cambió tu vida gracias a ese momento crucial en Belén?

Oración: Amado Dios, en esta época de Navidad, ayúdame a centrarme en la increíble aparición celestial de Jesús en este mundo, y en lo que eso ha significado para toda la humanidad. Renueva mi pasión por Ti. Reaviva en mí la alegría de mi salvación. En el nombre de Jesús, amén.

Jesús vino a salvar al mundo de las garras del pecado. Pero primero debes pedirle que perdone tus pecados y rendir tu vida a Él. Puedes hacerlo ahora mismo.

Lectura bíblica: Lucas 2:8-18 (NVI)

En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. 

Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. 

10 Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. 

11 Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. 

12 Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».

13 De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:

14 «Gloria a Dios en las alturas,
    y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».

15 Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer».

16 Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre. 

17 Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él, 

18 y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían.

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