«De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo». —Romanos 14:12, LBLA
No tengo nada en contra de la declaración de Karl Marx de que «la religión es el opio del pueblo». Nunca intento defender la religión. Esta ha generado guerras. Muchas de las llamadas personas religiosas se han caracterizado por prejuicios, orgullo, disputas e incluso tolerancia a la esclavitud. Sin embargo, quisiera invitarte a tener una fe sencilla en Jesús, quien dijo: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». ¿Realmente te preocupa todo esto? ¿Estás decepcionado con la sociedad? Si es así, te desafío a dar el primer paso. Te desafío a mirarte a ti mismo.