«… El cuerpo de ustedes es el templo del Espíritu Santo…»
—1 Corintios 6:19, RVC
¿Quién es el Espíritu Santo? Él es Dios, así como Dios el Padre y Dios el Hijo también son Dios. Nos referimos a ellos como la Trinidad. Si me pides que explique la Trinidad, la verdad es que nuestras mentes comprenden apenas vagamente los grandes hechos espirituales, porque nosotros somos finitos y Dios es infinito.
Nos será de ayuda recordar que Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo han existido desde la eternidad. La obra de la creación fue entregada al Hijo, y la Biblia declara que: «Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir». Sin embargo, cuando lees el segundo versículo del primer capítulo de Génesis, encontrarás que el Espíritu Santo también estaba presente y se movía sobre la faz de Su creación. En el tiempo indicado, el Hijo de Dios vino al mundo como hombre, para redimir al mundo que había creado. Después de su muerte en la cruz y su resurrección, regresó al Padre en el cielo.
Durante su ministerio terrenal, su obra y su vida se desarrollaron en una delimitada región de Palestina. Cuando regresó al cielo, envió al Espíritu Santo para ejercer un ministerio mundial. Hoy en día, el Espíritu Santo ilumina las mentes de las personas, nos hace anhelar a Dios y hace que la verdad espiritual sea comprensible para nosotros. En todo el mundo, el Espíritu Santo está llevando a la humanidad a Cristo. Él vive en los corazones de los creyentes y nos ayuda cada día. Dios quiere que seamos cristianos llenos del Espíritu.
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El conocimiento de tu Espíritu Santo que vive en mi corazón me da consuelo y fortaleza, Señor Jesús.