«Y porque Yo vivo, también ustedes vivirán». —Juan 14:19
Para el cristianismo personal, la resurrección tiene la más suma importancia. El mensaje del Evangelio tiene una interrelación vital con la existencia del cristianismo mismo, así como con cada creyente de forma individual. El teólogo suizo Karl Barth declaró: «¿Quieres creer en el Cristo viviente? Podemos creer en Él solo si creemos en su resurrección corporal. Ese es el contenido del Nuevo Testamento. Tenemos toda la libertad de rechazarlo, pero no de modificarlo ni de fingir que el Nuevo Testamento diga otra cosa. Podríamos aceptar o rechazar el mensaje, pero no podemos cambiarlo». Si la resurrección se elimina, el cristianismo como sistema de la verdad fracasaría. El hecho de que Jesús se levantó de entre los muertos es una de los pilares fundamentales de nuestra fe.