«En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen». —1 Timoteo 4:10
Nuestra vida comienza con sufrimiento. La vida entera está marcada por el dolor y la tragedia, y finalmente nuestras vidas terminan con el enemigo llamado muerte. La persona que espera escapar de los dolores del sufrimiento y la desilusión simplemente no tiene conocimiento de la Biblia, de la historia, ni de la vida. El músico diestro sabe que el sufrimiento precede a la gloria y a la aclamación. Él sabe bien de las horas, los días y los meses de práctica extenuante y sacrificio personal que preceden a la hora de la interpretación perfecta cuando su destreza es aplaudida. El estudiante sabe que los años de estudio, la privación y la abnegación preceden al día triunfante de la graduación y los honores. Sí, existen nubes de sufrimiento para cada uno de nosotros, pero Dios dice que Él viene a ti en las oscuras nubes de sufrimiento. Por medio de la fe puedes ver su bendito rostro en la tormenta. Dios tiene su plan y propósito en todo sufrimiento.