«... pero yo y mi casa serviremos al Señor». —Josué 24:15, LBLA
La unidad básica de una sociedad es el hogar. Cuando el hogar comienza a desintegrarse, la sociedad también está en camino a la desintegración. Miles de hogares están a punto de desmoronarse. Muchos matrimonios temen que sus hogares también se desintegrarán algún día. Pero tengo buenas nuevas: hay una gran póliza de seguro que puedes sacar con el fin de garantizar la unidad y la felicidad de tu hogar. Es sencillo: haz que Cristo sea el centro de tu hogar.
Un hogar es como un sistema solar. El centro, el gran sol, mantiene unido al sistema solar. Si no fuera por el sol, el sistema solar volaría en pedazos. A menos que el Hijo de Dios esté situado en el centro de tu hogar, es posible que también vuele en pedazos.
Cuán fácil es hacerte a un lado, Señor, y recordar tus bendiciones solo de manera superficial. Haz que siempre te mantengamos en el centro de todo lo que hacemos en nuestros hogares.