La importancia de la adoración colectiva

No necesito presentar argumentos acerca de cómo la naturaleza inspira pensamientos acerca de Dios. David afirmó: «Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos». Sin embargo, al mismo tiempo, yo no te animaría a ausentarte de la casa de Dios, que es la Iglesia. La Biblia señala: «Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella». Si nuestro Señor la amó tanto que murió por ella, entonces debemos respetarla lo suficiente como para apoyarla y asistir a ella. Me gusta lo que Theodore Roosevelt, expresidente de los Estados Unidos, dijo una vez: «Puedes adorar a Dios en cualquier lugar, en cualquier momento, pero lo más probable es que no lo vayas a hacer a menos que primero hayas aprendido a adorarlo en algún lugar determinado y en un momento determinado».

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