Lo que Dios espera, lo único que Dios espera, es que le dediquemos por completo todos nuestros talentos y dones a Él. Ese es el significado de la parábola de los talentos en Mateo 25. Lee la parábola y verás que siempre somos recompensados por nuestra fidelidad. Es posible que seas tan fiel como cualquier otro, y aún así recibirás el reconocimiento del Señor. Algunas personas talentosas pierden su recompensa porque hacen cosas solo para ser vistos por los demás. Algunas personas que creen que no tienen talento pierden su recompensa porque no dedican lo poco que tienen, porque solo piensan en lo que dirán los demás. Ambas personas han pecado por igual. Toma el talento que tienes y dedícalo a las cosas eternas.