Los psiquiatras modernos dicen que una de las necesidades básicas del ser humano es la seguridad. El Salmo 91 nos asegura que en Dios tenemos la mayor seguridad: «Ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar. Porque Él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos». Si lees y relees este hermoso salmo, descubrirás que tenemos una morada y residencia permanente en Dios; y que todo el consuelo, la seguridad y el afecto que el corazón humano anhela se encuentra en Él. Quizás no aparezcan ángeles visibles en tu vida y la mía, pero la promesa de Dios sobre la seguridad es real e incuestionable. Aquellos que viven en el reino de Dios tienen una seguridad genuina.