Satisfacer las necesidades espirituales

Las misiones cristianas han jugado un papel único entre los movimientos que mayor impacto han tenido en la historia. El cristianismo en su forma más pura no tiene ningún interés personal, sistema de fomento, ni fines de lucro. Su tarea es sencillamente «buscar y salvar lo que está perdido»: ni más ni menos. Las palabras «apóstol» y «misionero» significan la misma cosa: «aquel que es enviado». La palabra «apóstol» viene del griego; y la palabra «misionero» viene del latín.

El Nuevo Testamento es un libro de misiones. Los Evangelios hablan de la misión de Jesús y los Hechos hablan de los esfuerzos misioneros de los apóstoles. Los discípulos fueron lanzados al mundo por el poder de la resurrección  y, como fruto, el Evangelio tuvo un gran impacto sobre las personas del mundo. Pedro fue a Lida, Jope, Antioquía, Babilonia y Asia Menor. Juan fue a Samaria, Éfeso y a las ciudades del Mediterráneo. Tomás viajó muy lejos a la India. Pablo, el compañero de todos los primeros misioneros, usó los caminos que Roma había construido para llevar el Evangelio por todo el imperio. ¡Hoy en día, la necesidad de misiones es mayor que antes! El mundo es cada vez más pequeño, pero sigue creciendo en población. ¡Vivimos en un mundo de creencias contradictorias y confusas! ¡Vivimos en un mundo de problemas complejos! Sin embargo, lo más importante es que vivimos en un mundo en extrema necesidad espiritual.

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