«... aunque no lo ven ahora, creen en Él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso...»
—1 Pedro 1:8

Los cristianos deben disfrutar de la vida y disfrutar el uno del otro. Cuando los niños no vean alegría en tu hogar ni gozo en tu cristianismo, no se sentirán atraídos por ello. Cuando te vean emocionado por ir a un partido de fútbol o ver la televisión, y luego te vean sin el deseo de hacer cosas espirituales, pronto tendrán la idea de que el cristianismo no significa mucho para ti. Tu actitud será contagiosa. Mi esposa dice que la mejor manera de hacer que un hijo coma su comida es viendo que sus padres también disfrutan de la suya. Nuestros hijos no se sentirán atraídos por Cristo si lo hacemos parecer aburrido.

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