La sequía y el calor abrasador no fueron suficientes para impedir que más de 5000 personas asistieran a las capacitaciones del BG-RRT sobre cómo compartir la esperanza de Dios en situaciones traumáticas.
Los cursos de Compartir Esperanza en Tiempos de Crisis se celebraron el pasado otoño en Lusaka y Ndola, la capital y la tercera ciudad más grande de Zambia, respectivamente.
Cuando Kevin Williams, capellán y responsable de capacitación de BG-RRT, llegó a la Iglesia Bautista Antioquía de Ndola, se quedó estupefacto.
«Había tanta gente cuando llegamos que ni siquiera podíamos entrar», explicó. Los cristianos locales se habían apiñado ansiosamente en la iglesia sin aire acondicionado, vestidos con sus mejores galas dominicales.
«¡El jefe de bomberos de Estados Unidos habría cancelado la capacitación por sobrecupo!», dijo Williams con una sonrisa. «Pero esto, no había quién lo cerrara».
La multitud escuchaba atentamente mientras el equipo los guiaba por la capacitación que suele durar seis horas, incluído un tiempo para el almuerzo y dos descansos de 15 minutos.
Pero esta multitud no quería parar.
«Todos decían que de ninguna manera [podíamos parar]», dijo Williams. «Así de hambrientos estaban».
El evento, traducido a las lenguas locales bemba y nyanja, fue una de las más de 170 sesiones de esta capacitación que BGEA ha llevado a cabo hasta la fecha en todo el mundo.
«Algo está ocurriendo en Zambia», afirmó Williams, señalando que el evento de Ndola fue uno de los más multitudinarios en los que ha impartido esta capacitación. «El Señor está haciendo una obra asombrosa allí».
Capellanes oficiales, animados y equipados
Además de los cursos de Compartir Esperanza en Tiempos de Crisis, el BG-RRT organizó dos programas de capacitación para capellanes miembros de las fuerzas del cumplimiento de la ley. Estas clases se centran en las necesidades específicas de los policías y los socorristas.
«Las fuerzas del orden son fuerzas del orden, no importa en qué parte del mundo se encuentren», afirmó David Rutledge, capacitador del BG-RRT y agente de policía jubilado que ayudó a impartir las clases en Zambia.
La capacitación, basada en la Biblia, está abierta a oficiales en activo o retirados, capellanes, pastores y cualquier persona interesada en servir a estos oficiales.
«La constitución de Zambia afirma explícitamente que son una nación cristiana», dijo Rutledge. «Hay diferentes tribus, pero prácticamente no hay guerras tribales, lo cual es inusual en África».
Debido a la estabilidad y la paz entre las más de 70 tribus diferentes de la nación, los países vecinos a menudo recurren a ellos para que actúen como socorristas en catástrofes naturales o provocadas por el hombre, añadió.
El capellán y general de brigada Henry Matifeyo, jefe de capellanes de las Fuerzas de Defensa de Zambia, invitó al BG-RRT a venir y equipar al pueblo zambiano mediante estos cursos especializados. Asistió personalmente a cada sesión.
«La enseñanza fue impactante», afirmó. «Creo que nuestros capellanes están respondiendo, y están agradecidos por la capacitación e incluso deseando recibir más».
«Pudimos ver cómo el capellán se cuida a sí mismo», añadió, señalando que un punto clave fue aprender cómo los capellanes pueden evitar convertirse en «guerreros heridos».
Kyla*, que asistió a uno de los cursos, compartió que quedó huérfana siendo niña y que luego la vendieron como esclava, hasta que alguien de una iglesia local la ayudó a escapar.
Ahora que tiene poco más de 20 años de edad, trabaja como asistente administrativa para un general militar y vive en un orfanato, donde ayuda a cuidar a los niños.
Le dijo a Rutledge y al equipo que las herramientas que había aprendido le habían «cambiado la vida», pues le habían enseñado a sanar y a hacer su trabajo con comprensión y excelencia.
*Nombre cambiado por motivos de privacidad.
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