Al menos 17 personas han muerto en Kentucky y Virginia Occidental debido a inundaciones extremas, entre ellas una madre y su hijo, quienes fueron arrastrados por la corriente dentro de su coche.
Las tormentas del pasado fin de semana cortaron el suministro eléctrico a miles de residentes, y cientos han sido desplazados. Al menos mil personas fueron rescatadas, y continúan las labores de búsqueda.
El Billy Graham Rapid Response Team (BG-RRT) se desplegará en el condado de Pike, al este de Kentucky, y en el cercano condado de Mingo, en West Virginia, a finales de esta semana, para atender a las familias en duelo y a los socorristas.
«Se nos rompe el corazón al ver otra comunidad en las montañas devastada por la fuerza de las aguas. Al igual que sus vecinos del sur durante el huracán Helene, los habitantes de las montañas de Kentucky, Virginia y Virginia Occidental han sufrido daños generalizados debido a las fuertes tormentas que inundaron la región con lluvias», declaró Josh Holland, director internacional de BG-RRT.
«Las Escrituras nos dicen que Dios estará con nosotros en las aguas profundas. El Billy Graham Rapid Response Team está enviando capellanes capacitados en crisis para compartir el amor y la esperanza de Jesucristo», dijo Holland.
También se espera que estos condados reciban de dos a cinco pulgadas de nieve, aguanieve y hielo a medida que la tormenta invernal se desplace hacia la zona.
Te pedimos que ores por las familias en duelo que han perdido a sus seres queridos y por estas comunidades en general, ya que sus habitantes se enfrentan a un largo camino hacia la recuperación. Ora también por los capellanes que se preparan para consolar y llevar la esperanza de Cristo a quienes se sienten abrumados por este desastre natural.
