Una voz de esperanza para familiares y socorristas tras accidente aéreo

Capellanes desplegados en Washington D. C. tras el accidente aéreo que más muertos ha dejado en todo el país en más de dos décadas.

El pasado fin de semana, capellanes del Billy Graham Rapid Response Team (BG-RRT) capacitados para responder en situaciones de crisis, brindaron apoyo y consuelo en Washington D. C., después de que 67 personas perdieran la vida en un accidente cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington.

No hubo supervivientes tras la colisión en pleno vuelo entre un avión de American Airlines y un helicóptero Black Hawk del ejército estadounidense cuyos restos se hundieron en el helado río Potomac.

Los capellanes ofrecieron apoyo emocional y espiritual a las personas que se encontraban cerca del aeropuerto, incluidos socorristas y familiares de los fallecidos. 

La capellana Ruth Stout-Miller inició una conversación con una joven, Rosa*, que se encontraba sentada en el vestíbulo de un hotel cercano. 

«Parecía triste, incómoda», dijo Stout-Miller. «Me acerqué y me arrodillé junto a su silla». 

Rosa le contó que había perdido a un familiar en la colisión. 

«Mi familia está pasando por un momento muy difícil», dijo. «No han recuperado su cuerpo». Añadió que sus creencias religiosas exigían un estricto proceso de enterramiento que no era posible en esta situación.

Desde su conversación, ya se han recuperado todos los cadáveres de entre los restos.

Stout-Miller escuchó y consoló a Rosa mientras hablaba de su dolor. 

«Agradezco mucho que estés aquí», dijo Rosa, y aceptó que la capellana orara por ella. Las dos compartieron un abrazo antes de separarse. 

El equipo de capellanes también instaló un Centro de Ministerio Móvil (CMM) a fin de brindar un espacio seguro para las conversaciones, que además ofrecía un cálido resguardo del intenso frío de invierno.

Un bombero que había estado trabajando en el lugar del accidente habló con los capellanes dentro del CMM.

«Han venido de todas partes para estar aquí, así que sé que en verdad les importa», les dijo a los capellanes. Se fue con un folleto titulado «Pasos hacia la paz con Dios», que explica cómo iniciar una relación con Jesucristo. 

Otra joven socorrista, Erica*, estaba visiblemente conmocionada por todo lo que había visto. 

«Era la primera vez que veía a algo así», dijo Stout-Miller.

Mientras oraba por Erica, la capellana le pidió a Dios que le diera fuerzas y la ayudara a superar el trauma que había experimentado. 

*Nombres cambiados por privacidad. 

Por favor, sigue orando por todos los que se enfrentan a la pérdida y al dolor tras esta catástrofe.

El Centro de Ministerio Móvil proporcionó un espacio seguro donde cualquiera podía alejarse del frío para disfrutar de un momento de descanso y oración.