¿Cómo puedo romper el hábito de la pornografía en internet? Por más que hago no consigo superarlo y temo que mi esposa lo descubra. No sé cómo llegué a estar tan metido en esto.
La gente solía enviar una gran cantidad de preguntas a Billy Graham. Durante décadas, Él respondió a un sinnúmero de ellas en una columna periodística sindicada llamada «Mis Respuestas». Esta es una de ellas.
Casi todas las semanas, recibo al menos una carta de alguien atrapado en la pornografía por internet. El internet puede usarse para cosas muy buenas, pero también para cosas muy malas, y quizá la peor de todas sea la extensa disponibilidad de pornografía que hay allí.
Lo primero que debes hacer es entender que la pornografía es un pecado ante los ojos de Dios. No se trata simplemente de un mal hábito o de algo que satisface tus deseos lujuriosos o tu ansia de excitación. Es un pecado y no debes excusarte a ti mismo, o negar que sea pecado diciendo que en realidad no es tan grave. Es un pecado y la Biblia advierte que «luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte» (Santiago 1:15).
Es por eso que te insisto: vuélvete a Jesucristo y ábrele tu corazón y tu vida a Él. Él no ama tu pecado, pero sí te ama a ti y quiere entrar a tu vida, llevarse tus pecados y empezar a cambiarte desde el interior. Entrégale tu vida a Él y luego, pídele que te llene por dentro y reemplace todo lo malo o incorrecto que hay en ti con Su bondad y Su pureza.
Luego, da pasos prácticos para luchar contra este hábito. Consigue un programa para tu computadora o dispositivo que filtre los sitios indebidos, y úsalo. También mueve tu computadora a un lugar donde otras personas puedan ver lo que haces. Además, compártele tu problema a un amigo de confianza que pueda ayudarte a rendir cuentas de lo que miras en internet.