Tanto mi novio como yo somos cincuentones que enviudaron. Al principio, yo creía que podríamos casarnos, pero ahora él dice que no se casará conmigo hasta que le demuestre que lo amo dejándolo tener sexo conmigo. ¿Está él en lo correcto? Este no es el modo en que fui criada.
La gente solía enviar una gran cantidad de preguntas a Billy Graham. Durante décadas, Él respondió a un sinnúmero de ellas en una columna periodística sindicada llamada «Mis Respuestas». Esta es una de ellas.
Dale gracias a Dios por quienes te criaron. Claramente quisieron guiarte en la senda correcta de la vida. Observaron tanto las alegrías del sexo dentro del matrimonio, como los peligros del sexo fuera del mismo, y quisieron ayudarte a recibir solo lo mejor.
Recuerda: Dios nos dio el regalo de nuestra sexualidad. Nos lo dio para nuestra felicidad, pero también nos advirtió de sus peligros. Él quiso que fuera una manera de expresar compromiso y amor entre un marido y su esposa dentro de los vínculos del matrimonio. Sin embargo, fuera del compromiso del matrimonio, se convierte con facilidad en una expresión de egoísmo y explotación mutua, que son lo contrario al amor verdadero. La Biblia enseña: «Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser» (Génesis 2:24).
Te invito con insistencia a que no te rindas ante las presiones de esta persona. Francamente, su táctica es una de las mentiras más viejas de la humanidad, es decir, que si lo amas debes demostrarlo dejándolo tener sexo contigo. Si de verdad te amara, él querría que ambos esperen.
Pon a Cristo primero en tu vida y busca la voluntad de Dios para tu futuro. No dejes que la soledad o ninguna otra cosa te presionen para que hagas algo que tú sabes que no es la voluntad de Dios. Sí, lo sé, hoy la gente se burla ampliamente de los estándares morales de Dios, pero Él conoce nuestras necesidades más profundas y el camino que Él nos ofrece siempre es mejor.