Toda mi vida he estado buscando alguien que me ame. Pero siempre termino con hombres que dicen que me aman, pero que solo me usan y luego se deshacen de mí. ¿Por qué no consigo que esto me salga bien?
Todos queremos ser amados, y todos queremos amar de vuelta. Todos soñamos con un amor perfecto. No hay nada de malo en eso, porque Dios nos dio la capacidad de amar. La Biblia dice: «Nosotros amamos porque él nos amó primero» (1 Juan 4:19, NVI). Piense en ello: ¡El amor es un regalo de Dios!
Pero cuando hacemos mal uso de ese regalo, se convierte en algo destructivo, y me temo que eso sea lo que está pasando contigo. El verdadero amor no está interesado solamente en lo que otra persona nos puede dar; en cambio, busca ayudar y servir al otro. Tristemente, con frecuencia el amor se convierte en algo egoísta y perverso, y en vez de ser bello y alegre, se convierte en algo feo y doloroso.
El mayor descubrimiento que podrás hacer es que Dios te ama y quiere que seas parte de su familia. Eres muy valiosa para él, tan valiosa que su único Hijo estuvo dispuesto a dar su vida por ti. No te quedes en el camino en que has estado porque ahí nunca encontrarás la felicidad. En cambio, con una sencilla oración de fe confiesa tus pecados a Dios y pídele a Jesús que entre en tu corazón y ponga tu vida en un nuevo camino: el camino de Dios.
Luego, pídele a Dios que te ayude a tomar decisiones correctas acerca de tu futuro, y a evitar amistades que te tentarán hacer el mal. La Biblia dice: «Las malas compañías corrompen el buen carácter»(1 Corintios 15:33, NTV). Pídele también ser guiada a una iglesia donde puedas crecer en tu fe, y también conocer a personas que te amen y animen.