Esta es la segunda parte de la serie Refrigerio para el alma cansada.
«Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús». —Filipenses 4:19, NVI
Cuando oramos, a menudo hay una pizca de duda en el fondo de nuestras mentes. A veces, la duda supera a las palabras, y ni siquiera llegamos a mencionar nuestras peticiones de oración.
Si bien esperamos que Dios provea, y sabemos que Aquel que sostiene el universo tiene los medios para hacerlo, muchas veces dentro de nosotros permanece la duda: ¿lo hará?
¿Satisfará Él todas nuestras necesidades? ¿Podría Él incluso satisfacer nuestros deseos?
Tal vez has estado orando a Dios por un nuevo trabajo, un cónyuge, o un hijo. Quizás has estado orando por sanidad de una enfermedad crónica o por una relación que parece irreparable. En medio de la embestida de la pandemia, tal vez estas peticiones se multiplicaron cuando te preguntaste si tendrías suficiente dinero para llegar a fin de mes.
En la Biblia, en Mateo 6:25-27, Jesús dijo lo siguiente:
«Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?».
Así como puede ser difícil aliviar tu corazón acelerado cuando alguien te dice: «cálmate», lo mismo sucede al intentar dejar tus cargas y dárselas a Dios: es más fácil decirlo que hacerlo. Puede ser tentador tratar hacer todo conforme a tus propios planes, pero es probable que no llegues demasiado lejos.
Después de todo, Dios no diseñó tus obras como un medio para su provisión. Él es la única fuente verdadera de provisión.
«Dios no es ciego», dijo Billy Graham. «Él sabe de ti y de tus problemas. Él sabe de los que están sufriendo… y nunca faltará su amor por sus hijos, aun en tiempos de problemas».
Entonces, ¿cómo puedes confiar en que Dios proveerá?
Cuando oras, estás hablando con el mismo Dios que creó el universo en el que vives y respiras diariamente. Él ha conducido a generaciones a través de los altibajos de la vida, y puede encontrarse contigo en tu desierto personal.
Recuerda lo que Él ya ha hecho y confía en su carácter inmutable.
A lo largo de la Biblia, vemos múltiples ejemplos de cómo Él provee. Echemos un vistazo a cómo ayudó a los israelitas, y cómo puede proveer para ti.
1. Dios ofrece protección.
Cuando parecía que los israelitas no tenían a dónde acudir, Dios dividió el Mar Rojo para proporcionar un escape de sus opresores y una salida de la esclavitud (Éxodo 14). Él puede hacer lo mismo con nuestros obstáculos, haciendo un camino donde parece que no hay salida.
A menudo, cuando te enfrentas a tu mayor obstáculo, Dios está dos pasos por delante, listo para mostrar su poder a través de un milagro.
2. Él proporciona dirección.
Dios guió a los israelitas mediante una columna de nube durante el día y una columna de fuego por la noche (Éxodo 13:21). Si bien es posible que Él no se te aparezca dentro de una nube, seguramente guiará y dirigirá tus pasos día y noche a través de su Palabra y por su Espíritu Santo.
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3. Dios satisface las necesidades físicas.
No había tal cosa como restaurantes de comida rápida para los israelitas. Diariamente, Dios hacia llover maná (pan dulce) y hacía que el agua limpia saliera de una roca mientras viajaban por el desierto (Éxodo 16:12-15). Puede que no haya sido la comida que querían, pero Dios los sostuvo. Y no se les permitió almacenarlo; en cambio, tenían que buscarlo cada mañana.
Es importante que recordemos que Dios provee todo lo que necesitamos cada día; solo tenemos que buscar esa provisión.
Cuando las cosas no salen como esperabas.
Tal vez has estado orando todo este tiempo y confiando en la provisión de Dios, pero aún no has visto la respuesta a lo que has estado pidiendo. Ten por seguro que cuando la vida no tiene sentido o no resulta como lo esperas, Dios todavía tiene un plan.
Recuerda que la voluntad de Dios incluye un plan perfecto para ti; puede que no sea lo que querías, o cuando lo querías.
Billy Graham dijo: «Ninguna situación está fuera del control de Dios. Sobre el escritorio de mi esposa están escritas estas palabras: “No temas al futuro; Dios ya está allí”».
Si bien Dios es completamente capaz de responder a todas tus peticiones en este mismo momento, Él lo sabe todo y, en última instancia, hará lo que sea mejor de acuerdo a su infinita sabiduría. Solo tenemos una visión microscópica de nuestro mundo, pero Él tiene una visión general de todo el planeta.
El Salmo 37:4-5 anima a los creyentes a «deleitarse en el Señor, y Él les dará los deseos de su corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en Él, y Él actuará».
Cuando amas a Dios de todo corazón, tu corazón y tus oraciones se alinean a su voluntad.
Y como un padre que ayuda a sus hijos a crecer año tras año, Dios no solo nos promete que proveerá: Él quiere hacerlo. Dios te equipará a lo largo del camino para cumplir la misión a la que Él te ha llamado, para su plan y para su gloria.
Como Billy Graham dijo una vez: «Dios no tiene problemas, solo planes».
¿Has recibido a Jesús? Comienza una relación con Él hoy.
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