Cuando el Día de la Madre no es fácil

El maravilloso ejemplo de tu madre te llenó de inspiración y te hizo anhelar tener tus propios hijos desde que eras pequeña. Los tuviste, y ahora todo es estupendo. Tus hijos son una bendición, te aman y tú a ellos. Tienes fotos familiares perfectas tomadas en un campo soleado sobre un tablero con las iniciales de cada miembro de tu familia.

Pero tal vez no es así.

Tal vez tu roce con la maternidad es un poco diferente este año. Tal vez deseas con todo tu corazón ser madre, pero aún no lo eres. Tal vez pasaste por la indescriptiblemente dolorosa pérdida de un hijo. O tal vez eres madre, pero las dificultades de la vida hacen que te resulte casi imposible afrontar el día a día. 

Tal vez tu papel como madre no es tan «tradicional». Tal vez seas una madrastra —y odias que la palabra parezca tener una connotación negativa—, una madre sustituta en un servicio de acogida, o bien, una madre adoptiva. 

En todos estos casos, enfrentas día tras día las dificultades de la maternidad y, muchas veces, algunos problemas adicionales.

Y quizá no hayas recibido el mejor ejemplo en tu propia familia para enfrentar todos estos retos.  

>> Solo Dios puede llenar ese vacío y sanar tu corazón. ¡Acércate a Él hoy!

Sea cual sea la circunstancia, si tienes hijos, ten por seguro que Dios los ha puesto específicamente bajo tu cuidado. Es posible que te sientas mal equipada o insuficiente para la inmensa labor que estás realizando, pero Él sabe de lo que eres capaz y Él ha decidido confiártelos a pesar de tus defectos. 

Es verdad que no eres perfecta, pero ninguna madre lo es, así que no seas demasiado dura contigo misma. Pídele a Dios que te dé fuerza, orientación y sabiduría mientras te esfuerzas por ser la mejor madre posible.

Recuerda que lo mejor que puedes hacer por tus hijos y el más grande legado que les puedes dejar es acercarlos a la palabra de Dios, y modelar con tu propia vida lo que Cristo puede hacer en el corazón de una persona que se deja transformar por Él.

Si todavía no tienes hijos y te consume el anhelo de criar a un niño, debes saber que Dios conoce bien tus deseos y frustraciones, y Él promete llenar tu vida de una manera que nadie más puede. 

Aunque a veces nosotros no comprendamos los tiempos de Dios ni sus decisiones, podemos descansar en la confianza de saber que Él nos ama y siempre está obrando en nuestro favor.

Dios anhela guiarte y llevarte a un camino que te acerque más a Él y en el que puedas conocer la inmensidad de su amor por ti. 

Que los siguientes versículos de la Biblia te llenen de aliento y te ayuden a acercarte a Dios para recibir de Él las fuerzas que necesitas para seguir adelante. 

5 versículos de aliento para ti en este Día de la Madre:

Gálatas 6:9

«No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos».

Salmo 28:6-7

«Bendito sea el Señor,

   que ha oído mi voz suplicante.

   El Señor es mi fuerza y mi escudo;

   mi corazón en Él confía;

   de Él recibo ayuda.

Mi corazón salta de alegría,

   y con cánticos le daré gracias».

Lamentaciones 3:22-23

«El gran amor del Señor nunca se acaba,

   y su compasión jamás se agota.

Cada mañana se renuevan sus bondades;

   ¡muy grande es su fidelidad!»

2 Corintios 12:9

«… pero Él me dijo: “Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo».

Proverbios 31:30

«Engañoso es el encanto y pasajera la belleza;

   la mujer que teme al Señor es digna de alabanza».