Esta serie de verano de cinco partes tiene como objetivo fortalecerte en la Palabra de Dios y equiparte para la batalla espiritual. Esta es la quinta parte de la serie de verano La armadura de Dios.
No te pierdas la primera, segunda, tercera y cuarta parte.
«Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios».
Efesios 6:14-17, NVI
La imagen puede parecer sacada directamente de un libro de historias medievales: un caballero de brillante armadura blandiendo su espada en la batalla.
Sin embargo, hace casi 2000 años, cuando el apóstol Pablo escribió esta carta a la iglesia de Éfeso, la espada era posiblemente el arma más importante que un guerrero podía tomar al ir a la batalla.
Al escribir sobre la necesidad de ser fuertes en el Señor y estar preparados para luchar contra las artimañas del diablo, el apóstol enumeró varias piezas de armadura para que los creyentes las utilizaran a fin de protegerse en medio de la batalla espiritual; sin embargo, solo mencionó un elemento que es un arma ofensiva: la espada del Espíritu.
«La única arma que tenemos es “la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”», dijo Franklin Graham. «Tenemos que conocer la Palabra de Dios a profundidad, y confiar en su verdad y su poder».
Aunque hoy en día es poco común que las espadas se usen en las batallas, esta ilustración bíblica no está fuera de lugar. En el mundo actual en el que muchos rechazan a Dios, los creyentes debemos saber usar con gran habilidad el arma que tenemos en la Palabra de Dios.
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Según una encuesta de Gallup, solo un 20 % de los estadounidenses —una cifra récord a la baja— afirma que la Biblia es la palabra literal de Dios. Un 29 % cree que la Biblia es una colección de «fábulas, leyendas, historia y preceptos morales registrados por el hombre».
«Hoy en día, demasiados de los que se llaman a sí mismos cristianos no conocen ni confían en la Palabra de Dios», dijo Franklin Graham. «Creen que no es necesario temer el juicio de Dios, que el diablo no puede ser real y que el infierno no es eterno».
«Eso es aterrador y mortal. Jesús no solo nos advierte repetidamente sobre el infierno, sino que dio su vida en la cruz para que, si confiamos en Él como nuestro Señor y Salvador, podamos ser libres del pecado y escapar de la muerte y la condenación eternas».
En Juan 10:10, Jesús afirma:
«El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia».
Es posible que no veas la batalla físicamente, pero debes tener conciencia de que hay una batalla que se libra por tu alma. Por lo tanto, no dejes tu espada dentro de la vaina, es decir, no dejes tu Biblia sin tocar en la mesilla de noche.
Si tú ya has puesto tu confianza en Jesucristo como tu Señor y Salvador; si te has arrepentido de tus pecados y Él está renovándote por medio de su Espíritu Santo, debes recordar y tener la certeza de que el diablo no pueda robarte la salvación. Sin embargo, sí hará todo lo posible para intentar hacerte tropezar en tu camino con el Señor y no dejarte producir fruto para la gloria de Cristo.
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«Muchos de ustedes están enfrentando frustraciones y dificultades a nivel personal. Tienen una guerra civil en el interior», dijo una vez Billy Graham. «Quiero decirte que Jesucristo tiene todo el poder para resolver ese problema y levantar esa pesada carga. Él puede traer paz a tu alma».
¿El diablo está robando tus bendiciones? ¿Te está distrayendo?
No te quedes indefenso, dejando que te ataque. Solo hay una forma en la que puedes defenderte: La Palabra de Dios.
Jesús lo ejemplificó cuando Satanás lo tentó en el desierto. Tres veces, Jesús utilizó las Escrituras que había guardado en su corazón para combatir la tentación, diciendo: «¡Vete, Satanás! —le dijo Jesús—. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a Él”» (Mateo 4:10).
¿Y qué hizo el diablo? Se marchó, incapaz de penetrar en el corazón y la mente de Jesús.
Billy Graham dijo: «Si en este momento, nuestra nación se volviera a la Palabra de Dios, te garantizo, con la autoridad de la Palabra de Dios, que los enemigos que están a nuestras puertas serían rechazados; Dios intervendría y los pondría en fuga».
Si Satanás está ganando terreno en tu vida, el mejor antídoto es saturar tu mente con una dosis constante de las Escrituras. Lleva la Biblia a donde quiera que vayas y lee una porción en cada oportunidad. Al sumergirte en la Palabra de Dios, estarás equipado para superar las mentiras del diablo y mantenerte firme en la verdad. Si confiamos en nuestras propias palabras o en nuestra sabiduría, es probable que tropecemos.
Hebreos 4:12 dice:
«Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón».
Ahora que concluye esta serie de verano y mientras te preparas para cualquier desafío que enfrentes en la vida, analiza: ¿Qué llevas puesto? Ponte el cinturón de la verdad, la coraza de la justicia y el casco de la salvación, sin olvidar calzarte con la disposición para compartir el Evangelio y proteger todo tu cuerpo con el escudo de la fe.
¿Estás listo? Ahora empuña la espada que se te ha dado, que es la Palabra de Dios, para defenderte de todas las artimañas del diablo.
«Volvamos a dedicarnos al Señor mediante la oración y el estudio de la Biblia para estar siempre preparados para decir la verdad en amor», dijo Franklin Graham. «Cristianos, conozcan bien su arma».