«Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres». —Juan 8:32
Esta es una era de incertidumbre filosófica, y por lo mismo ya no sabemos lo que creemos. Somos indiferentes. Dondequiera que voy, les pregunto a los estudiantes: «¿Qué los controla?». Cuando era estudiante, tuve que pararme frente a Cristo y tomar una decisión. ¿Quién era Él? Él había hecho la siguiente afirmación sorprendente: «Yo soy el camino, la verdad y la vida… Nadie llega al Padre sino por mí» (Juan 3:16). Tuve que decidir si Jesucristo era innegablemente quien decía ser, o era simplemente un gran mentiroso, farsante y charlatán de la historia. ¿Quién era? Buda declaró hacia el final de su vida: «Todavía estoy buscando la verdad». Sin embargo, aquí vemos a Jesús, quien apareció y afirmó: «Yo soy la personificación de toda la verdad. Toda la verdad está centrada en mí».