Hace algunos meses, un compañero de su denominación le comentó a Juan Cahuasiquita de El Alto-La Paz, Bolivia, que a finales de Agosto habría una Cumbre de Evangelismo en Quito, Ecuador, organizada por la Asociación Evangelística Billy Graham (BGEA, por sus siglas en inglés).
El corazón del pastor se llenó de anhelo al escuchar que asistirían cientos de pastores de diversas denominaciones evangélicas de toda Sudamérica a fin de capacitarse y ser animados para proclamar el Evangelio.
Pero, ¿cómo podría asistir? Quito queda a más de dos días de camino en autobús de su hogar en El Alto, y no tenía los recursos para pagar los pasajes. Mucho menos para considerar un viaje aéreo.
Así como Cahuasiquita, cientos de pastores enfrentaron retos que se alzaban frente a ellos como grandes murallas que amenazaban con hacer imposible su asistencia al evento.
Pero todos ellos se aferraron a su fe, sabiendo que nada es imposible para aquellos que caminan de la mano de Dios.
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Pastores y líderes evangélicos de todos los países de habla hispana de Sudamérica estuvieron presentes en la Cumbre de Evangelismo, que tuvo lugar el 29 y 30 de agosto en un hotel cerca del centro de Quito. Incluso algunos centroamericanos emprendieron camino hacia Quito varios días antes del evento, sin saber que necesitaban un registro previo.
«Yo llegué aquí por fe, porque tuve que vender mi auto para pagar el pasaje de avión», compartió Cahuasiquita. «Tuve que hacerlo porque yo no tenía de dónde sacar para el transporte, y los hermanos de mi congregación tampoco tienen los medios para financiar un gasto tan alto».
Fe que trasciende fronteras
Dos grupos de pastores y líderes ministeriales de Venezuela anhelaban asistir al evento, pero el altísimo costo de los pasaportes y los largos tiempos de espera para recibirlo hacen que sea prácticamente imposible conseguir uno en su país. Así que, dando un paso de fe, tomaron su equipaje, oraron para que Dios les abriera el camino, y se dirigieron a la frontera con Colombia.
Estos hombres de fe no solo consiguieron salir de su país, sino también atravesar Colombia para llegar a Ecuador, tomando hasta ocho transbordos, hasta que consiguieron llegar a la Cumbre.
«Creo que es el hambre y la sed y la necesidad de seguir creciendo en la obra del Señor y aprender de lo que está pasando a nivel global» comentó el pastor Jaime del estado de Lara en Venezuela. «Uno a veces se queda atrapado en el contexto de su pueblo o su ciudad y no sabe lo que Dios está haciendo en otros ambientes que lo puede enriquecer en gran manera».
Viktor Hamm, vicepresidente de Cruzadas de la BGEA, estuvo presente en el evento y proclamó que muchos cristianos han olvidado que el llamado del Evangelio conlleva un costo muy alto, que requiere sacrificio y humildad, pero que aquellos que hemos escuchado el llamado lo hacemos en las fuerzas que Dios nos da, por amor al nombre de Cristo.
Las seis plenarias presentadas durante el evento por pastores y conferencistas giraron precisamente en torno a este tema: la proclamación del Evangelio por amor al nombre de Cristo.
‘Hay gran necesidad del Evangelio’
El Dr. Harold Segura, de Colombia, inauguró la Cumbre con una plenaria en la que le recordó a los presentes que Billy Graham siempre abogó por la unidad dentro de la iglesia, a pesar de las diferencias denominacionales.
«El Señor me mostró que es verdad que la iglesia está dividida, estamos divididos por denominaciones y doctrinas», comentó Cenaida, originaria de Ibarra, Ecuador, cerca de la frontera con Colombia. «Incluso dentro de cada iglesia estamos divididos por estatus social, niveles de educación, y Dios nos está llamando a la unidad en torno a la Gran Comisión, porque en el mundo hay una gran necesidad del Evangelio».
A lo largo del evento, las ponencias siguieron hablando al corazón de los asistentes.
«¿Buscas ser popular? Ser cristiano nunca será popular, porque los valores del reino de Dios no son los valores del reino de las tinieblas», le recordó a la audiencia Wendy Bello, escritora y conferencista de origen cubano. «La prueba y la persecución no debe parecernos extraña, debemos esperarla si de verdad seguimos a Cristo».
«Le damos toda la gloria a Dios por habernos traído a la Cumbre», comentó Josué, uno de los 12 asistentes provenientes de Venezuela. «Nosotros estamos organizando un evento evangelístico para jóvenes en mi país, y todo lo que estamos aprendiendo aquí yo creo que lo vamos a aplicar con mucha eficacia en ese evento que tendrá lugar en octubre. Me llevo en el corazón que debemos ser puentes para el Evangelio y no murallas».
Llevando el mensaje a las comunidades indígenas
Las iglesias indígenas de Ecuador sufrieron persecución durante la mayor parte del siglo XX, por lo que se unieron y crearon la Federación de Indígenas Evangélicos del Ecuador y la Asociación de Iglesias Indígenas Evangélicas de Cotopaxi a fin de proteger su libertad religiosa.
César Cuchiparte es pastor en una comunidad indígena kichwa, cerca de la laguna de Quilotoa, y acudió a la Cumbre de Evangelismo con más de 10 miembros de su asociación
«Estamos aquí con mucha alegría, como dice la palabra: “no hay acepción de personas”. Es la primera vez para nosotros de estar con muchos hermanos reunidos. Vinimos con mucha alegría, con mucho anhelo… [esto] nos renueva la mente y queremos ayudar a nuestros hermanos que no vinieron, queremos llevarles estos mensajes. Los estaremos proclamando en nuestra iglesia».
El verdadero valor de un cristiano
Con gran sabiduría, el Dr. José Luis Navajo de España animó a los pastores al recordarles: «Tu valor no depende de cómo te sientas, ni de la posición en la que te encuentras», afirmó. «Te pueden humillar o te pueden exaltar, pero tu valor sigue siendo el mismo porque tu valor te lo da la marca de la sangre de Cristo en tu vida».
Guiado por el Espíritu Santo, el Dr. Navajo hizo un llamado al altar, invitando a los pastores a que oraran para que el Señor les ayudara a ver su verdadero valor, así como a confesar cualquier cosa que hubiera manchado su integridad. También los invitó a comprometerse a vivir vidas santas por amor a su nombre.
«Es una bendición saber que son muchas iglesias y denominaciones las que están escuchando el mismo mensaje, hay una gran necesidad de reunificar nuestra fe y la misión a la que el Señor nos ha llamado», aseguró el pastor Jaime.
«Yo creo que haber venido valió la pena cualquier esfuerzo, porque es importante para mí capacitarme como evangelista, para poder cumplir con el propósito que Dios tiene para mí», comentó Cahuasiquita. «El Evangelio solo así puede propagarse por todo el mundo, los pastores necesitamos recibir este conocimiento».
Al final del evento, Chris Swanson, director de cruzadas para América Latina, se dirigió al público diciendo: «Algunos de ustedes llegaron diciendo: “Estoy listo para tirar la toalla”. Pero ahora salen diciendo: “He sido renovado, voy a continuar la carrera”. Gloria sea a Dios por lo que ha hecho en este lugar».