Un ‘toque del cielo’ para la desconsolada Little Rock

Más de mil personas se unieron en una noche de adoración y oración con Marcos Witt el viernes 14 de abril en Little Rock, Arkansas. Intercedieron por su dolida comunidad y agradecieron a Dios por su protección del tornado que pasó por la zona el 31 de marzo.

El viejo almacén donde se reúne la Iglesia Mosaic se llenó de adoración y ferviente oración el viernes por la afectada comunidad de Little Rock, Arkansas.

El tornado más feroz que Little Rock ha visto en décadas arrasó la ciudad dos semanas antes, dejando muerte y destrucción a su paso.

Según las noticias, al menos cinco personas perdieron la vida y decenas más resultaron heridas. Más de 2500 estructuras resultaron dañadas, mientras que tejados y vehículos fueron lanzados por los aires a lo largo de sus 50 millas (80 km) de recorrido.

En respuesta a esta tragedia, la Billy Graham Evangelistic Association, Samaritan’s Purse y Marcos Witt unieron fuerzas para atender a la comunidad afectada con un evento de adoración, oración y esperanza.

Como ha hecho durante décadas, Marcos Witt dirigió a la audiencia en un tiempo de alabanza y adoración en Little Rock.

Más de mil residentes de la zona —en su mayoría de origen hispano— alzaron sus voces en alabanza y adoración, acompañados por la música de Marcos Witt. Su esposa, Miriam, dirigió la oración por las necesidades físicas y espirituales de la comunidad.

«Marcos estaba cantando y el sonido que llenaba el auditorio era increíble», dijo Roxanne Wolgemuth, coordinadora de capellanes del Billy Graham Rapid Response Team (BG-RRT). «Todo el mundo cantaba a pleno pulmón. Fue glorioso. Fue como un toque del cielo».

«¿Hay alguien aquí que no hable español?», preguntó Witt a la multitud, lo que provocó que algunos levantaran la mano. «No pasa nada. Dios también los ama», dijo bromeando, para aligerar el ambiente.

«Cuando alabamos, tendemos a cerrar los ojos, y eso es maravilloso», dijo Witt. «Pero mira a la persona que tienes al lado y dile la verdad de Dios, dile lo precioso o lo preciosa que es para el Señor, y que nuestro Dios es grande».

Durante el evento y en los días circundantes, doce capellanes de Billy Graham ministraron a la comunidad, ofreciendo palabras de aliento y compartiendo con ellos las verdades bíblicas en medio del sufrimiento.

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Un encuentro providencial

Jesús Rodríguez, residente de Little Rock, se dirigió a casa unos minutos después de que pasara la tormenta el 31 de marzo.

Al irse acercando a su barrio destrozado, no podía creer lo que veía. Había árboles y escombros por las calles, y algunas casas habían desaparecido.

Cuando vio que una habitación entera y el tejado habían sido arrancados de su casa, temió lo peor para su familia.

«Encontré a mi mujer y a mis dos hijas acurrucadas en el suelo del pasillo, temblando y llorando», relató más tarde. «Solo di gracias a Dios por haber salvado a mi familia».

Con las pocas pertenencias que pudieron reunir, abandonaron el barrio y se refugiaron en casa de un familiar.

«Fue tan duro que ni siquiera quería volver a ver esa casa», dijo Rodríguez.

Pero el sábado pasado, mientras Marcos Witt, su esposa, los capellanes de Billy Graham y los voluntarios de Samaritan’s Purse ayudaban en la limpieza de su barrio, Dios obró un milagro.

«Iba manejando y yo iba para otro lado. Pero por alguna razón encendí la señal como si fuera a mi casa», dijo. «No supe por qué. Pero como había puesto la señal, decidí dar la vuelta e ir a mi casa».

En ese momento, los capellanes hispanohablantes Josué y Daniela estaban hablando con unos vecinos cerca de su casa. Cuando vieron a Jesús, se acercaron a él para iniciar una conversación.

«Como teníamos algunas cosas en su patio, el Señor nos abrió una puerta para hablar con él y compartir con él el amor de Dios», dijo Daniela.

Jesús tuvo la oportunidad de compartir algunas de las cosas que había experimentado durante y después de la tormenta, y los capellanes le preguntaron si podían orar con él. Los ojos de Rodríguez parecieron iluminarse mientras respondía: «Sí, por favor».

Después de orar, parecía aliviado y agradecido. Los capellanes del BG-RRT han estado en contacto con él por teléfono y le han animado a asistir a una iglesia que predique la Biblia en la zona donde vive.

«Durante mucho tiempo he sentido que Dios me ha estado llamando, pero tenía miedo… No sabía que Dios me estaba mandando a mi casa para que oraran por mí».

Marcos Witt y su esposa Miriam (izquierda) se unieron a los capellanes del Billy Graham y a los voluntarios de Samaritan ‘s Purse para ayudar a reconstruir casas y restaurar espíritus.