¿Cómo puedes amar a alguien que te ha herido profundamente?

¿Cómo puedes amar a alguien que te ha herido profundamente? Mi padre nos abandonó después de ser abusivo con mi mamá y nosotros durante años. Cada vez que pienso en él, me enojo. Ni siquiera deseo volver a verlo.


Permíteme asegurarte que lo que tu padre hizo es pecado, y Dios detesta esas acciones incluso más que tú mismo. El abuso dentro del matrimonio es algo malo a los ojos de Dios, porque el abusador está rompiendo el voto que él o ella hizo delante de Dios de cuidar y amar a su cónyuge mientras ambos vivan.

Al mismo tiempo, alguna vez te has preguntado, ¿cuál es el costo de aferrarte al coraje que sientes contra tu padre? Eso no lo lastima a él. Por lo que dices en tu carta, él no tiene deseos de verlos nuevamente. ¡Eso solo te hace daño a ti! Un sinnúmero de investigaciones han mostrado que la amargura y la ira son como una sarna que corroe tanto nuestras mentes como nuestros cuerpos y almas. La Biblia nos llama a no ser como aquellos que están «en manos de la amargura y la maldad» (Hechos 8:23, RVC).

Perdonar a alguien no significa que estamos de acuerdo con lo que ha hecho, ni tampoco significa pretender que eso nunca pasó. Más bien, significa desechar nuestra ira y amargura, y resistirnos a permitirle que nos domine de nuevo. La Biblia dice: «Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia» (Efesios 4:31, NVI).

¿Cómo es esto posible? Es posible solamente cuando rendimos nuestras vidas a Dios —incluyendo nuestra ira y nuestra amargura— y buscamos su ayuda con todo nuestro corazón para salir vencedores. Puede que no sea fácil, pero puedes comenzar hoy mismo: abre tu corazón y rinde tu vida al poder transformador de Cristo.