¿Qué dice la Biblia sobre hacer propósitos?

Todos los años hago una larga lista de propósitos de Año Nuevo, pero como nunca los cumplo, esta vez he decidido hacer solo unos cuantos. ¿Dice la Biblia algo sobre hacer propósitos?


La gente solía enviar una gran cantidad de preguntas a Billy Graham. Durante décadas, Él respondió a un sinnúmero de ellas en una columna periodística sindicada llamada «Mis Respuestas». Esta es una de ellas.

Ciertamente la Biblia nos anima a examinar nuestra vida y a proponernos cambiarla si es necesario. Sin embargo, esta sabia recomendación no solo aplica al comienzo de un nuevo año. El salmista, por ejemplo, se propuso mantener pura su palabra: «… ¡ponme, pues, a prueba, que no hallarás en mí maldad alguna! ¡No pasarán por mis labios palabras como las de otra gente, pues yo cumplo con tu palabra!…» (Salmo 17:3-4, NVI).

Pero, ¿por qué fracasan tantos propósitos? A veces es simplemente porque no son realistas. No son más que ilusiones, sin que haya forma de hacerlas realidad. Por ejemplo, puedes proponerte ganar un millón de dólares este año, pero si no tienes forma de conseguirlo, probablemente no lo conseguirás. Otros propósitos fracasan porque no estamos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para alcanzarlos.

Sin embargo, el verdadero problema está en nosotros mismos, en nuestras mentes y corazones. A todos nos gustaría ser mejores personas, pero por mucho que lo intentemos, tropezamos con nuestros propios fallos y debilidades morales. Incluso el apóstol Pablo lo experimentó: «Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo» (Romanos 7:18).

¿Cuál es la solución? La solución es volvernos a Dios. Debemos reconocer que no podemos enfrentarlo todo en nuestras propias fuerzas, confesarle nuestros pecados y buscar su ayuda para vivir de tal forma que le agrade a Él. Empieza el Año Nuevo volviéndote a Jesucristo e invitándole a entrar en tu vida. Luego pídele que te ayude a convertirte en la persona que Él quiere que seas. Esto es lo que hizo Pablo, y por eso pudo decir: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13).

Comienza este año con la mejor decisión: caminar con Cristo.